Esmeraldas: clases, comercio y turismo se ven afectados por la violencia que los amenaza
Ministerio de Educación deja "en responsabilidad de los padres" retirar de clases a sus hijos. Gobernadora dice que ha pedido más policías
El Consejo de Seguridad Ciudadana de Esmeraldas resolvió solicitar al Ministerio de Educación que se suspendan las clases presenciales desde el 24 de octubre hasta el 2 de noviembre, debido al alto índice de violencia que golpea a esta ciudad.
Esta medida aplicaría para los niveles de educación básica, media y bachillerato, pero el Miniterio de Educación aún no ha dado una respuesta. Así que las clases, mientras no se diga lo contrario, seguirán siendo presenciales.
El Ministerio tampoco se ha pronunciado sobre la amenaza de una banda que esta semana advirtió con empezar una "limpieza" en los colegios Carlos Concha Torres, Daniel Comboni y Milenio, lo que hizo que muchos padres de familia no enviasen a clases a sus hijos.
Violencia en Esmeraldas: ¿qué está pasando?
En el mensaje, cuya veracidad no ha sido confirmada aún, una banda dice estar cansada de que otro grupo criminal reclute a menores de edad para su organización.
El jefe de la Policía en la ciudad de Esmeraldas asegura que hace 9 meses no se lleva a cabo una requisa en la cárcel más grande de la provincia y que desde ahí se ordenan los crímenes.
A mediados de esta semana, Esmeraldas se volvió un pueblo fantasma mientras una banda iba camino al cementerio a enterrar a uno de los suyos. Los comercios tuvieron que cerrar debido a las amenazas de un grupo armado.
EL PESO CAE SOBRE LOS PADRES
La directora provincial de Educación, Dalia Portocarrero, le dijo al diario La Hora de Esmeraldas que las autoridades del Ministerio en Quito "están al tanto de la situación y queda a disposición de los padres en considerar o no enviar a sus hijos a las unidades educativas".
Las disposiciones desde el distrito de educación -frente a la incertidumbre e inseguridad que vive la población- es que las clases no se suspenden en Esmeraldas hasta nuevo aviso y la virtualidad no es una opción debido a la carencia de equipos móviles, de internet y de una plataforma educativa digital para los planteles fiscales.
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Según la autoridad en un momento de crisis no es permitido que los estudiantes salgan del establecimiento, pero sí pueden ser retirados por sus padres, "bajo responsabilidad del mismo".
¿Y LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO?
La compleja situación en Esmeraldas ha llevado a que su gobernadora, Tania Obando, convocase para este sábado al Comité Provincial de Seguridad para ajustar los planes en todos los cantones de la provincia.
La representante del Ejecutivo en la provincia aseguró que ha solicitado la incorporación de 300 policías para cubrir más puntos peligrosos.
Y aseguró que tras las amenazas, se dispuso la presencia de policías en los exteriores de los planteles.
En Quinindé, segundo cantón más grande de la provincia, también hubo zozobra y nerviosismo esta semana entre los padres de familia de las unidades educativas debido a una supuesta amenaza de enfrentamientos entre bandas.
Sin embargo, Pablo Ramos, jefe del Distrito de Policía de Esmeraldas, dijo que no tiene reportes de hechos violentos y pidió a la ciudadanía mantener la calma. No obstante, están valorando la información con sus unidades de inteligencia "para determinar la veracidad de la advertencia", aseguró Ramos.
TURISMO Y COMERCIO, GOLPEADOS POR LA VIOLENCIA
El comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta de Esmeraldas, Alexander Levoyer, asegura que la actividad comercial y el turismo se han normalizado en Esmeraldas.
Pero Jorge Benítez, presidente de la Cámara Provincial de Turismo, lo contradice. Él sostiene que en los hoteles de Esmeraldas no hay turistas, sino personas que están por temas de trabajo en la ciudad.
“En un día normal, los hoteles tenían entre 15 y 20 habitaciones con huéspedes, pero con esta situación que estamos pasando ya no hay ni cuatro ocupadas. La violencia está a punto de quebrar negocios”.
Por esa última razón los comerciantes esperaron hasta último momento el pasado miércoles, a las 15:00, para cerrar sus locales ante el paso de la caravana de una banda que iba al cementerio y requería las vías despejadas por si se presentaba un enfrentamiento.
"Ya de por si la situación económica está difícil en el país y mucho más en Esmeraldas, no me puedo dar el lujo de cerrar cuando cada vez se gana menos", dijo una comerciante que prefiere la reserva de su identidad por temor a represalias.
Ella abrió temprano este sábado su local, a la espera de que las reuniones de los consejos de seguridad local y provincial tenga algún efecto positivo, aunque lo duda.
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