¿Es realmente peligroso el plomo en los alimentos?

El último caso que alarmó a la ciudadanía en Ecuador está relacionado a un estudio sobre la posible presencia de plomo y aluminio en la leche que se distribuye en tres ciudades.

Sin embargo, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) dijo la noche del pasado miércoles 20 de marzo que el estudio de la Escuela Politécnica Nacional sobre la posible contaminación de la leche aún está inconcluso.

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Se agregó que los resultados de la investigación se publicarán en tres meses y que tras conocer del caso mantuvo un acercamiento con la universidad y ofreció la colaboración.

En medio de esto, los ecuatorianos sienten que ya no tienen en quien confiar y la posible contaminación con toxinas o metales pesados en alimentos se ha convertido desde el año anterior en una noticia común, luego de que en noviembre de 2023 la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) hallara niveles elevados de plomo en una compota de elaboración ecuatoriana, lo que hizo que las alarmas se activaran.

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Finalmente, luego de cuatro meses, la Arcsa continúa con el análisis de una serie de productos y determinó una nueva tabla en la que se establecen aquellos que no son aptos para el consumo humano.

Pero, para brindar más tranquilidad a la población difundió un link, que actualizará "permanentemente", para que se puede conocer los alimentos procesados que han analizado y que son y no son aptos para el consumo humano.

Dichos alimentos fueron examinados para saber si estaban contaminados con plomo, luego de que se hallara ese metal pesado en determinados productos.

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Las intoxicaciones por plomo ocurren cuando hay una cantidad excesiva de plomo en el cuerpo de una persona. En los niños, esto puede ocurrir cuando respiran o cuando comen o beben algo que está contaminado por el plomo.

La principal vía de absorción de plomo es por medio del consumo de alimentos con alto contenido de este metal, contacto con pintura e incluso por la interacción con juguetes infantiles.

El plomo al ser bioacumulable en el organismo afecta diversos sistemas del cuerpo como: hematológico, gastrointestinal, nervioso.

Los menores de edad absorben más cantidad de este metal por lo que están expuestos a su neurotoxicidad y empiezan a presentar déficit de atención y rebeldía.

La doctora Rojas dice que el plomo compite con el calcio, “y nosotros necesitamos calcio en el organismo para absolutamente todo, para los factores de coagulación, calcio para nuestras hormonas, necesitamos calcio para regular el desarrollo neurológico y es de aquí que las principales manifestaciones se dan en niños”.

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Ante la pregunta de ¿qué pasa con la intoxicación con plomo? Ella dice que principalmente origina muchos cambios celulares. Esta intoxicación es silenciosa y suele confundirse con otras enfermedades.

Su contaminación se extiende en utensilios de cocina, como por ejemplo el uso de vasijas de barro y otros objetos metálicos, también puede estar en alimentos frescos y procesados. La única forma de reducir su exposición es disminuyendo las emisiones industriales al medio ambiente.

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Según una investigación de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), algunas ollas de aluminio que se venden en Ecuador, podrían representar un peligro para la salud.

Este investigación también preocupa a varios médicos que ya levantan las alertas. Por ello, la docente Jenny Ruales del Departamento de Ciencias de Alimentos y Biotecnología de la EPN, puso a prueba varios alimentos en ollas que se usan en la cocina.

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La especialista en biocomponentes y seguridad alimentaria, junto a su equipo, observaron que dependiendo del tipo de comida puede haber mayor migración de tóxicos desde la olla hasta el alimento.

Por ejemplo, desde que pusieron sal en el agua, hubo un estímulo para que el aluminio se desprendiera. El problema está en que el aluminio en altas cantidades se convierte en tóxico, provocando enfermedades graves a largo plazo como el Alzheimer.

La experta en nutrición y dietética, Patricia Guillén, explica que los metales pesados en el organismo pueden originar problemas en los riñones, también dice que al acumularse en la sangre origina problemas en el sistema nervioso y el sistema cardiovascular.

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Santiago Valenzuela es neurólogo y dice que no hay que alarmarse. El aluminio es un metal que está presente en algunos objetos y alimentos, el cuerpo humano puede procesarlo y eliminarlo sin problema.

Sin embargo, sugiere por prevención sustituir las ollas de aluminio por utensilios de acero inoxidable o vidrio y que Ecuador posee normativas para la fabricación de ollas de aluminio.

En el país, no se prohíbe la venta de las ollas de aluminio, pero efectivamente sí hay una normativa para la fabricación. El Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN), establece que el material para las ollas debe cumplir con la norma ISO 209-1 y además, la pintura que se use debe ser atóxica y tiene que soportar 150 grados de calor mínimo sin que se deteriore.

Por el contrario ocurre en Alemania, Francia, Bélgica y Reino Unido que su uso está prohibido debido a posibles riesgos para la salud.

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Patricia Guillén dice que efectivamente en los utensilios de cocina hay riesgo, "debemos evitar el teflón y las ollas de aluminio que van desprendiendo metales que se mezclan con la comida y consumimos sin darnos cuenta", explica.

La nutricionista recomienda usar aquellos hechos de acero quirúrgico ya que siempre serán los mejores, no solo para conservar mejor los nutrientes y el sabor, también para evitar riesgos en la salud.