¿Qué gana Ecuador estando en un ranking internacional de gastronomía y en qué puesto está actualmente?

En el mundo de la gastronomía internacional, plataformas como TasteAtlas han ganado popularidad al ofrecer clasificaciones anuales de las mejores cocinas del mundo. Sin embargo, a pesar de la riqueza, diversidad y tradición culinaria de Ecuador, el país no logra posicionarse de manera destacada en estos rankings, lo que plantea una interesante reflexión sobre los desafíos y las oportunidades de la gastronomía ecuatoriana en el ámbito global.

Ecuavisa.com conversó con Federico Pieri, Gerente Global de Negocios y Asociaciones en TasteAtlas y detalló que actualmente es un proyecto internacional de interés global. “Sus inicios se remontan a Croacia, de la mano de su fundador, Matija Babić, un periodista, editor y fundador del diario digital más popular de Croacia, Index.hr., que buscaba ofrecer una herramienta para educar a las personas sobre el origen e historia de la comida”, mencionó.

Este sitio web clasifica la gastronomía mundial basándose en un sistema de votación de amantes de la comida, que evalúan diversos factores como la historia, la calidad de los ingredientes, la creatividad y la experiencia culinaria de cada cocina.

Pero, ¿cómo se realiza el proceso de votación en TasteAtlas?

Pieri explica que cualquier persona puede votar registrándose en tasteatlas.com. “Lo que sí hacemos es asegurarnos de que los votos sean auténticos. Si nuestros algoritmos detectan algún indicio de que un voto es sospechoso, no se toma en cuenta y descartamos votos de usuarios que solo han calificado un único plato. Se debe votar varios platos y de diferentes países para tomarlo en cuenta”, agrega.

Lo que quiere decir que dependerá de la nacionalidad de la mayoría de usuarios de la página para que el plato de ese país pueda quedar entre los primeros lugares. En otras palabras, y de acuerdo a lo explicado por Pieri, si la mayoría de colombianos votan por su plato representativo, ese plato encabezará la lista y ocupará el primer lugar.

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Para Santiago Granda, promotor gastronómico y director de la Escuela de Los Chefs, en Guayaquil, la plataforma puede ayudar en el reconocimiento interno; sin embargo, para llegar a algo más internacional se necesita promoción y presupuesto. Algo con lo que coincide el chef ecuatoriano Rafael Hernández, quien actualmente trabaja en Aruba en una de las cadenas de hoteles internacionales más importantes del mundo y menciona que hay algunas bases o algunos pilares que se deben trabajar desde la academia, desde la investigación, desde políticas de Estado y desde el marketing también, para que con eso se promocione la gastronomía de un país.

El descenso de Ecuador del puesto 48 al 76 en TasteAtlas en solo un año es significativo. Aunque los rankings de este tipo no reflejan necesariamente el momento que vive un país en cuanto a su gastronomía, este retroceso no coincide con el panorama actual de la cocina ecuatoriana, que ha logrado importantes hitos en los últimos meses. Por ejemplo, Quito ha visto cómo varios de sus restaurantes entraban en la lista de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica, según The World’s 50 Best. Además, la provincia de Manabí fue reconocida como Región Gastronómica Mundial para el año 2026, lo que subraya la creciente proyección internacional de la gastronomía ecuatoriana.

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A pesar de estos avances, la cocina ecuatoriana sigue sin encontrar una visibilidad global sólida. Granda menciona que más allá de estas listas en las que se reflejan algunos de los platos ecuatorianos, “si uno viaja a España, nadie está hablando del encebollado como la mejor sopa de pescado. Estos rankings no ayudan, como se cree, a la promoción internacional, a veces solo nos hacen pensar que uno de nuestros platos está en la mirada internacional, pero en realidad eso no está pasando”.

Por su parte, Hernández considera que cuando se pone algo tan importante como la gastronomía del Ecuador en una especie de debate, “qué es mejor, qué región es mejor, quién hace mejor qué plato, nos desviamos del tema. Entonces hay que comenzar, desde todos los puntos de vista, a remar para un solo lado”.

El caso de Colombia presenta una situación algo similar. Al igual que Ecuador, la cocina colombiana ha sido históricamente poco conocida fuera de sus fronteras, a pesar de contar con una impresionante diversidad regional. Platos como la arepa, el ajiaco y el sancocho son representativos de la gastronomía colombiana, pero a pesar de su calidad, no han alcanzado la misma prominencia global que las cocinas de otros países de América Latina, como la mexicana o la peruana.

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En el 2024, la lechona colombiana, fue elegida como el mejor plato del mundo en el último ranking de TasteAtlas, lo cual causó debate entre críticos internacionales, quienes consideran que este tipo de decisiones no pueden depender exclusivamente de las votaciones de usuarios, más no de expertos.

Por otro lado, Ecuador, a pesar de contar con chefs talentosos como Alejandro Chamorro, Pía Salazar o Carolina Sánchez, no ha logrado capitalizar el mismo tipo de visibilidad mediática ni ha desarrollado una red de restaurantes que proyecten la cocina ecuatoriana de manera internacional. La falta de visibilidad y el escaso apoyo institucional son dos factores que limitan el ascenso de la gastronomía ecuatoriana en los rankings globales.

En cuanto a la cocina peruana, la situación es completamente diferente. Perú ha logrado posicionarse como una de las grandes potencias gastronómicas a nivel mundial. El ceviche peruano es mundialmente reconocido, y chefs como Gastón Acurio han sido fundamentales en la promoción de la cocina peruana fuera de las fronteras del país. Acurio fue clave para el establecimiento del movimiento de la cocina peruana, que fusiona los sabores tradicionales de Perú con influencias internacionales, y ha logrado atraer la atención de turistas y críticos gastronómicos de todo el mundo.

En este punto, el director de la Escuela de Los Chefs de Guayaquil, aclara que no todos los países necesitan un Gastón Acurio para desarrollar una promoción internacional y se cuestiona “¿acaso México, Argentina o la misma Francia tuvieron un Gastón Acurio? Todos esos países tienen su alcance internacional por sus estrategias, identidad y presupuesto”.

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Los restaurantes peruanos han sido premiados en listas como The World's 50 Best Restaurants, y la cocina peruana ha sido parte fundamental de la identidad cultural de la nación, lo cual se ha traducido en un aumento del turismo gastronómico. La visibilidad de la gastronomía peruana ha sido impulsada por su presencia en redes sociales, donde chefs y restaurantes comparten su creatividad culinaria, llegando a audiencias globales. Además, el Perú ha invertido en posicionar la gastronomía como una experiencia turística, utilizando su diversidad geográfica y cultural para crear itinerarios gastronómicos que atraen a miles de turistas cada año.

El caso de Ecuador refleja una realidad que enfrenta la gastronomía de muchos países: el desafío de posicionarse en el escenario global no solo depende de la calidad de los platos, sino también de la estrategia de promoción y de la visibilidad mediática que se les da. Mientras que países como México y Perú han logrado colocar su gastronomía en el centro de atención mediante el apoyo a chefs embajadores, el uso de las redes sociales y una sólida infraestructura de turismo gastronómico, Ecuador todavía no encuentra un camino claro.

La falta de un enfoque claro en la promoción internacional, la escasa visibilidad de chefs ecuatorianos en el extranjero y la necesidad de integrar la cocina ecuatoriana en el contexto global de una manera más innovadora son factores clave que limitan su presencia enrankings internacionales. Aunque Ecuador cuenta con una oferta culinaria única que combina productos autóctonos de calidad y una vasta tradición gastronómica, no ha logrado aprovechar todo su potencial para brillar en el escenario global.

Pero tal vez esta falta de promoción no solo ocurre en la gastronomía del Ecuador y la falta de un plato representativo. ¿Qué ocurre con la música o el arte? ¿Ecuador tiene un cantante que lo represente a escala internacional y suene como Shakira, Karol G o Carlos Vives?

Tal vez la falta de identidad está presente en algunos aspectos del país y solo en la gastronomía.