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El acelerado descenso amenaza con parar las operaciones de las tres centrales hidroeléctricas, que en conjunto son las que más aportan al país.
El embalse de Mazar se acerca peligrosamente a su nivel crítico. Es la presa más grande del país y alimenta a las hidroeléctricas Mazar, Molino y Sopladora, en la cuenca del río Paute, en el Austro. Juntas aportan la mayor cantidad de energía al país.
El nivel mínimo en el embalse para que las hidroeléctricas funcionen de manera segura es de 2 115 metros sobre el nivel del mar. Hoy está en 2126,57.
Está a 11 metros y medio de parar sus operaciones y eso agrava la amenaza de que ocurran apagones si la tendencia continúa. Esto porque en los últimos cinco días el nivel bajó cinco metros.
La caída del nivel se da por la falta de lluvias y porque el agua almacenada es utilizada por las tres hidroeléctricas que no han parado su generación y que trabajan casi a su capacidad con 15 de sus 18 turbinas, según datos de la Corporación Eléctrica del Ecuador.
Marco Acuña, presidente del Colegio de Ingeniero Eléctricos de Pichincha, indicó:
“A medida que avanzamos, vamos a una situación crítica, y creo que es más conveniente comenzar con algunos apagones más controlados".
A los técnicos eléctricos les preocupa la intensidad de este estiaje.
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El nivel del agua este 13 de septiembre está 20 metros por debajo de las mediciones del mismo día del año anterior, entonces, por la sequía, los apagones arrancaron de manera repentina en octubre y se extendieron durante algo más de tres meses.
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