El tormento del transporte público: usuarios viven a diario acoso sexual y asaltos

En lo que va del año, Guayaquil registra 480 denuncias por robo al interior de las unidades de transporte público y Quito registra 139 casos, según información de la Policía Nacional.

Sobre las acusaciones de acoso, en Guayaquil hay 16 casos solo en la Metrovía, mientras que en Quito se generaron 31 alertas en el Trolebús y la Ecovía. Por lo que los usuarios califican este servicio como un tormento diario.

Televistazo recogió los testimonios de personas que utilizan buses a diario. Aquí se presenta su transcripción.

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“Cuando tenía 10 años me subí al transporte público, me senté a lado de la ventana y un chico estaba sacando una bufanda, supuestamente arreglando, me empezó a tocar la pierna y me dijo: ay, disculpa. Me quedé intranquila y luego seguía subiendo y otra vez me volvió a tocar hasta que llegó a mis partes íntimas y yo no sabía qué hacer. Era pequeña y no tenía esa educación de saber qué hacer, si gritar o hablar. Solamente me bajé y fui llorando a mi casa”.

“Yo soy una persona no vidente que coge a diario estos carros. Subí con dificultad. El carro no me paraba y estaba golpeando al señor (otro usuario). Me pude haber caído. Pero ellos (conductores) no están para ver eso. Ellos ven que pueden coger a personas que no sean con discapacidad porque de pronto, como les pagamos la mitad, no nos quieren coger”.

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“Parece verdad. Damos un mal servicio por la competencia general que tenemos en todas las unidades de transporte. La Agencia de Tránsito Municipal (ATM) no ha sabido organizar bien esto. En el sistema de las líneas. Todos queremos coger un pasajero más y entonces tenemos que irnos a la izquierda y rebasar para poder ganar a esas otras líneas que van en el mismo recorrido”.

"Para trasladarme a mi lugar de trabajo tengo que salir de 06h00 a 06h40 y coger el bus a partir de las 07h00 porque muy pocas veces los choferes llegan a hacer las paradas correspondientes en la zona de El Recreo (Durán). En la tarde, a partir de las 17h30 me demoro dos horas también. Son prácticamente cuatro horas diarias que pierdo trasladándome de Guayaquil a Durán y de Durán a Guayaquil”.

“Hay medios de transporte que no tienen rampa. Entonces es muy complicado para la persona que me está llevando porque eso dificulta el acceso de la silla de ruedas de un discapacitado hacia el corredor. Tú tienes que pedirle a las otras personas que por favor te den el puesto. Y mucha gente se molesta y hasta te insulta”.

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