06 jul 2023 , 19:36

El tormento del transporte público: pésimo servicio incide en mala la calidad de vida de los usuarios

Usuarios de transporte público contaron a Televistazo cómo la mala calidad del servicio impacta en su vida privada.

   

La calidad de vida de los pasajeros que usan el sistema de transporte público y privado también se ve afectada por la cantidad de horas que pasan los usuarios dentro de un bus. Ecuavisa recogió los testimonios de las personas que se quejan del tormento del transporte público. La gente ve afectada su vida íntima, familiar, laboral e incluso académica.

Ericka Mafla, usuaria

“El transporte público realmente afecta en mi vida diaria. Yo tengo un hijo menor de edad. No comparto mucho tiempo con él. Tengo que dejarlo por la mañana con la persona que la cuida. El tiempo como usuario me afecta porque no puedo llegar temprano a verle, pero cuando estoy en casa tengo que hacer las actividades domésticas, ayudarle con sus tareas. Mi tiempo de relacionarme con él es demasiado corto”.

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Nerys Castillo, usuario

“Ida y vuelta a mi casa me lleva dos horas y media. Quisiera salir con mi esposa, con mi hija a pasear e ir al malecón. Pero los buses no tienen aire y uno llega sofocado. Los buses van llenos y uno tiene que ir parado. En el trabajo ya estamos parados, uno llega cansado”.

Viviana Molina, usuaria

“No voy a ir a verle a mi familia porque es un camino muy largo de ocho horas. Se me hace muy complicado el viaje. Porque si tuviera más tiempo pasaría con mi tía, con mis sobrinos. Podría enamorarme y tener hijos”.

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Federico Carpio, usuario

“Del trabajo a la casa son dos horas de viaje. La verdad aprovechar ese horario sería bueno y pasar con mis hijos. Ayudarles a estudiar, salir con mi esposa a dar una vuelta. La relación íntima toca bastante porque no tienes ese lapso de tiempo que uno quiere. Uno llega cansado; ella llega cansada. Más la presencia de los niños. No hay esa intimidad que debe haber. Uno se va apartando poco a poco. No porque quiera sino porque el tiempo que quiero estar, ya no rinde”.

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