El IESS tiene cines, canchas de fútbol y terrenos abandonados; el costo asciende a 860 millones de dólares

El Instituto de Seguridad Social, IESS, no sabe lo que tiene y lo que pierde. Es el gran acumulador de bienes inmuebles en el país, mientras sus prestaciones sociales y de salud atraviesan una prolongada crisis. Solo en Quito tiene 580 propiedades.

Galpones como este que se arrendaban para discoteca, o canchas cubiertas de fútbol, terrenos donde funcionaban talleres mecánicos, otras áreas de recreación en desuso, terrenos baldíos llenos de escombros, autos o motocicletas que se oxidan en el ambiente, hectáreas de terreno y bosque en pleno casco urbano, todo del IESS.

Esto y más es parte de un patrimonio ocioso y despreciado, zonas invadidas por gente de calles, áreas inservibles y hasta innecesarias, que se adquirieron a lo largo de los 100 años de manejo gubernamental que ha tenido el Seguro Social.

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En teoría, los tres millones 700 mil afiliados y los 500 mil jubilados son propietarios de 1 379 bienes, según este catastro actualizado al 2022, un listado no muy confiable porque las cifras varían injustificadamente.

En junio en una matriz enviada por el IESS a Televistazo consta que el valor de todos esos bienes es de 824 millones de dólares, pero en entrevista con la Subdirectora de infraestructura, María Fernanda Roldán, el valor subió.

Es una feria de datos fruto de la opacidad con la que se maneja la administración de los bienes, en el largo listado de 1 379 propiedades se cuentan hospitales, dispensarios médicos, centros de salud en zonas urbanas y rurales, edificios, casas, haciendas e incuantificables hectáreas de terreno adquiridos por todo el país.

De esa totalidad de bienes, 989 son de uso institucional y se supone que están bien mantenidos, cuidados, solo se supone.

En Quito, patrimoniales propiedades como este Edificio Chimborazo es la fachada de entrada al Centro Histórico, convertido ahora en el rústico archivo para millones de documentos de las derivaciones médicas.

El icónico edificio ha sido vandalizado y se cae a pedazos, alguna vez aquí se despachaban los créditos hipotecarios, hoy es una propiedad devaluada.

En Chimbacalle, al sur de Quito hay esta otra propiedad, hasta hace seis años era la Sucursal de la Caja del Seguro Sur, las imágenes muestran como quedó después de su cierre.

Los 390 bienes que no están dentro del uso institucional tienen problemas más graves, pasan por el abandono y la invasión, conflictos legales y el subregistro.

En el Batán, al Norte de Quito, una zona de alto avalúo comercial hay un macrolote de 23 hectáreas. Allí hay galpones, mecánicas, la estación del bus de la Ecovía y 99 áreas para arrendamiento que están en deshuso.

Desde el siglo pasado las administraciones del IESS compraban propiedades para aumentar el capital con las aportaciones y hacer negocios que fueron rentables en una corta época. Hoy son reliquias a las que las destruye el tiempo y la desidia política y burocrática del Seguro Social.​​​​​​

El cine Atahualpa ubicado en el Centro Histórico de Quito, un bien que fue adquirido en 1 939, es decir hace 84 años. Esta antigua sala de cine es parte de las inconsistencias de los registros del IESS, consta como un bien en funcionamiento.

En la realidad el legendario Teatro Atahualpa quedó sumergido en el abandono, sus relieves ceden a la humedad, los pisos rechinan de vejez, la última película que estos proyectores emitieron fue Ratatouille en el 2007 y desde entonces solo es hábitat de roedores y palomas.

Hay intentos de aprovechar los espacios para que viejas estructuras sirvan para los propios afiliados y jubilados, pero requieren más inversión. Aquí están los recursos de los afiliados y los jubilados de ayer y de hoy.