El gobierno de Guillermo Lasso ha puesto a ambos países como claves para reactivar el comercio nacional.
EE.UU. y México se encuentran en el epicentro de los objetivos de la diplomacia ecuatoriana, que busca con el primero un acuerdo de libre comercio y con el segundo abrir la vía hacia la Alianza del Pacífico.
Así lo dijo el nuevo canciller, Mauricio Montalvo, en un encuentro con periodistas extranjeros en el que abogó también por un impulso a la integración regional, y anunció el lanzamiento de un nuevo plan de regularización de la migración venezolana.
EEUU, PRIORIDAD NÚMERO UNO
"El acuerdo comercial con EE.UU. es un asunto prioritario para el Estado ecuatoriano (..) y desde el primer día hemos estado impulsando este tema. Es un trabajo coordinado, complementario, que llevamos a cabo con el Ministerio de Comercio Exterior", afirmó Montalvo.
Las negociaciones, que inició el Gobierno anterior de Lenín Moreno, las lleva un equipo técnico del Ministerio de Producción y Comercio Exterior, pero los obstáculos son notorios y el proceso lento.
Estos últimos días, dijo el canciller, "parte del equipo técnico ha estado en Washington, definiendo una hoja de ruta para los pasos a seguir. Y a eso estamos abocados".
EE.UU. es el principal socio comercial de Ecuador, que ve en ese acuerdo una posibilidad de que sus productos entren en mejores condiciones al mercado estadounidense.
"Evidentemente nuestra aspiración es que esto avance más rápido, pero tenemos que seguir esos ritmos que también vienen marcados por las situaciones particulares de la otra parte", dijo al insistir en que "este proceso es esencial y prioritario para el país".
MÉXICO, LA PUERTA A LA ALIANZA
La otra prioridad es alcanzar un pacto similar con México, puerta para la integración en la Alianza del Pacífico, estrategia también iniciada por Moreno.
"Tenemos este acercamiento muy particular porque nuestra integración a la Alianza depende del entendimiento al que lleguemos con México", reconoció el ministro, quien ve este diálogo como un ejemplo de cómo países que "pueden responder a una posición política diferente, son capaces de trabajar conjuntamente".
Y recordó que el primero en llamarle a felicitarlo por su nombramiento fue el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, y lo hizo para expresarle su apoyo incondicional a la integración de Ecuador.
Después de los severos reajustes de su predecesor, que abandonó la cercanía ideológica con Venezuela, Bolivia y Cuba, la diplomacia ecuatoriana bajo el mando de Guillermo Lasso, que asumió hace menos de un mes, no sufrirá cambios extremos.
Al igual que su predecesor apuesta por una apertura de Ecuador al mundo, y viceversa, dentro de unos principios pragmáticos que ayuden al país a potenciar su comercio y desarrollo, y apuntando hacia el multilateralismo.
INTEGRACIÓN
De ahí también que la nueva política exterior del país andino apostará por "el fortalecimiento de todos los mecanismos de integración" y participará "de todos los foros que busquen la unidad y promoción de nuestra región", afirmó Montalvo.
Veterano diplomático del servicio exterior de su país, el canciller recordó que Ecuador asumirá el 2 de julio la presidencia pro témpore de la CAN, "el mecanismo de integración más antiguo que tiene el país", y en esa función buscará "fortalecer el proceso y darle mayor vitalidad en todas las instancias que correspondan".
Ello junto a otras iniciativas integradoras de las que forma parte Ecuador, que cree imprescindible "encontrar vías de diálogo y entendimiento entre las naciones" desde "el realismo y el pragmatismo".
MIGRACIÓN DE VENEZUELA
Un pragmatismo que también empieza a aplicar a la migración venezolana, para la cual lanzará un nuevo plan de regularización después del que estuvo en vigor entre agosto de 2019 y marzo de 2020.
Montalvo anunció que hay "unas líneas maestras del proceso, en sus distintas fases", y que lo que se trata ahora es de "adelantar los trabajos técnicos con actores nacionales con competencia en este tema".
En Ecuador residen unos 430.000 venezolanos, según fuentes oficiales, y más de 600.000, según diversos organismos nacionales e internacionales.
De ellos, algo más de 220.000 han obtenido alguna visa, y el resto siguen en condición irregular. EFE
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