Ecuavisa a la Antárida | 23 marinos conforman el grupo operativo para la estación ecuatoriana
Se trata del personal que pone a a funcionar la estación Pedro Vicente Maldonado del Ecuador. Una de ellos es María del Carmen Gamboa, la única mujer que conforma este equipo.
Un total de 23 marinos conforman el grupo logístico y operativo que pone a funcionar la estación Pedro Vicente Maldonado del Ecuador en la Antártida y en medio de ellos esta María del Carmen Gamboa, la única mujer que conforma este equipo.
Llegó el 6 de diciembre y ha superado ya los 90 días en la Antártida, a más de 7000 kilómetros de distancia de su casa en Guayaquil. Se encarga de administrar los laboratorios y de aplicar el plan de manejo ambiental de la estación aunque todos saben que está pendiente.
“Yo no se como me ven pero creo que ellos son mis hijos, de mi casa, y como que los pongo un poquito en horma les voy alineando siempre estoy pendiente de la limpieza de los detalles de la estación. Recorro todos los sitios y estoy pendiente de todos”, afirma Gamboa.
Es química de profesión y su trabajo en el Inocar le permitió adaptarse a la vida militar y a lidiar con su entorno masculino. Admite que su estancia en la Antártida, por momentos ha sido difícil por la soledad y extrañar a sus tres hijos, además de no tener otra mujer cerca para hablar.
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Pero está segura que su experiencia abrirá las puertas a más mujeres ecuatorianas en la Antártida. “Si habemos mujeres en el Inocar que pueden cumplir este trabajo, también hay militares mujeres que pueden venir a cumplir y si sería interesante que sea un poco más equilibrado al final porque si hace falta esa parte femenina que se incremente un poco”.
“A veces he extrañado conversar con alguien más de mi género cosas personales, pero uno aprende a sobrellevar porque eso también depende de la madurez de la persona también”, añadió.
A pocos días de cumplir su misión de más de tres meses se llena de nostalgia, “hemos hecho buenas amistades y no me voy a olvidar de esta experiencia de este grupo antártico porque se dice que cuando uno viene a la Antártida es siempre antratico de por vida, la amistad aquí es diferente porque es un día a día donde se comparte y se escucha muchas cosas y eso alimenta el corazón el alma de las personas.
Está satisfecha del trabajo realizado. María del Carmen se apresta a volver a Guayaquil, pero con su mirada puesta en volver a la Antártida con nuevo proyectos y equipos para la estación Pedro Vicente Maldonado a la que considera su casa en la Antártida.
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