Un trozo de concreto cayó sobre su cabeza desde el tejado de un edificio de 14 pisos.
Nelson Salinas, de 51 años, se despidió de su familia la mañana del lunes y acudió a su trabajo como lo había hecho en los últimos 15 años para la compañía Vlad Restoration, pero nunca regresó a su hogar con vida, según informó telemundo47.com.
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Salinas, un inmigrante ecuatoriano, se encontraba trabajando en la restauración de la fachada del edificio 311 de la calle 50 sobre un andamio en el séptimo piso, cuando un trozo de concreto cayó sobre su cabeza desde el tejado del inmueble de 14 niveles.
Según testigos, el trozo de concreto se desprendió debido a las maniobras de la máquina que asegura el andamio. El trabajador murió poco después en el hospital New York Presbyterian, en Manhattan.
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El Departamento de Edificios informó que la compañía tenía permiso para hacer las reparaciones.
La familia del inmigrante, que llevaba casado 30 años y no tenía hijos, espera que su madre pueda obtener una visa para viajar desde la ciudad de Quito para despedirlo.
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