Ecuador se alista para regresar a la Antártida, pero sin buque propio para llegar a su base científica

Ecuador, a través del Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar), se prepara para la expedición número 27 a la Antártida, el lugar más frío y austral del planeta, donde el país tiene su base.

El organismo abrió la convocatoria para que investigadores acompañen al personal militar en esta travesía, que debe ocurrir entre diciembre de 2023 y marzo de 2024, en el verano austral.

Aún la fecha exacta no está definida porque dependerá de la cantidad de proyectos científicos que se aprueben y de la coordinación de la Armada ecuatoriana con su pares de Chile, Colombia o Brasil, puesto que Ecuador no tiene buque para trasladarse a la Antártida y allá solo se llega por vía marítima.

El Inocar tiene 24 cupos para que científicos lleven a cabo sus investigaciones, no obstante, "entre ocho y diez proyectos" de 2023 están siendo considerados para que continúen sus exploraciones en suelo antártico en 2024, según explicó la ingeniera oceánica Ashley Casierra, analista científica del Inocar.

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La etapa para presentar al instituto las propuestas de investigación culmina este martes 18 de julio. Los proyectos planteados deben estar enfocados en seis ejes: cambio climático, tendencias climáticas y modelamiento, teleconexiones, servicios ecosistémicos, glaciología y conservación de los recursos marinos.

La convocatoria inició el 6 de junio y los resultados se conocerán el 8 de septiembre.

El capitán Santiago Coral, coordinador general de Asuntos Antárticos del Inocar, detalló que los científicos llegan en dos grupos a ese continente. Unos inician su exploración en enero y otros arriban en febrero. El tiempo máximo que pueden permanecer en esa región es de un mes cada grupo.

Los proyectos científicos deben estar auspiciados por organismos públicos o privados que financiarán, por ejemplo, el boleto aéreo de sus investigadores desde Ecuador hacia el punto donde partirán hacia la Antártida. La estadía en la base ecuatoriana corre por cuenta del Estado.

A inicios de 2023 se desarrolló la expedición número 26. Veintiún científicos salieron de Ecuador y realizaron el trabajo de campo de sus investigaciones.

Casierra explica que, si bien los académicos pasan un mes en el continente antártico, este periodo solo corresponde al trabajo de campo. Los proyectos de investigación duran entre uno y tres años, y los resultados se entregan periódicamente al Inocar.

A la Antártida se va solo una vez al año, durante el verano austral. La base ecuatoriana Pedro Vicente Maldonado, en la isla Greenwich, no brinda las condiciones necesarias para que su personal permanezca en otras épocas del año.

Además de la base, Ecuador instaló en 1988 el refugio República del Ecuador, en la isla Rey Jorge, donde se almacenan suministros médicos básicos, alimentos no perecibles y dos literas con capacidad para cuatro personas.

La primera expedición ecuatoriana a la Antártida fue en diciembre de 1987 a bordo del buque Orión, que hoy ya no tiene la capacidad para viajar a esa región. La travesía se logró casi 30 años después de la primera declaración pública en la que se expresó que Ecuador tenía derechos en en esa región.

En 1990 se inauguró la estación científica Pedro Vicente Maldonado y ese mismo año se admitió al país como uno de los 29 miembros consultivos del Tratado Antártico.

Para Ecuador, formar parte de la Antártida significa una oportunidad única de investigación en un territorio poco explorado y elemental para entender los fenómenos climáticos actuales, sin embargo, hace falta voluntad política y recursos económicos para ampliar los campos de exploración y aplicar los resultados de los estudios que se hacen cada año.