Así lo anunció este martes el Ministerio de Finanzas con respecto a la deuda externa.
Ecuador conocerá el próximo lunes si finalmente logró la aprobación de los bonistas a una quita de 1.500 millones de su deuda externa, tras el procesamiento de los resultados finales de la votación entre los inversores, informó este martes el Ministerio de Finanzas.
Esta es una semana crucial para la conclusión de la negociación de un porcentaje de su deuda externa, con la que espera conseguir esa quita y poder aplazar compromisos hasta 2040.
El próximo viernes se cierra la votación de los grupos tenedores de bonos a la propuesta ecuatoriana presentada el pasado día 20, que ha obtenido hasta la fecha el respaldo de una mayoría de ellos, si bien no ha trascendido que cuente con el porcentaje de votos necesarios.
"El 3 de agosto se anunciarán los resultados y próximos pasos, en función de dichos resultados", indicó una breve nota aclarativa del Ministerio de Economía y Finanzas.
El proceso formal interno para tener los datos finales de la votación, que concluye el viernes, toma 48 horas.
De lo que se ha conocido del proceso de negociación, la principal objeción gira en torno al bono de 2024, que salió en mejores condiciones para sus compradores.
Estos han presentado una contrapropuesta por ahora no aceptada por el Gobierno de Lenín Moreno.
En total, Ecuador busca renegociar 17.375 millones de dólares en una reestructuración de bonos tras verse contra las cuerdas por el déficit acumulado durante Gobiernos anteriores, unos 60.000 millones de dólares, y el severo impacto que ha tenido la pandemia del coronavirus en el país con una pérdida de PIB en 2020 que estará alrededor del 9 %, según las previsiones.
Ante un posible incumplimiento, el país ofreció renegociar para poder afrontar sus compromisos financieros y seguir contando con el apoyo de los organismos internacionales, de los que depende para seguir a flote.
En su propuesta, Ecuador busca una reducción del capital de 1.540 millones de su deuda vigente, una disminución de la tasa de interés promedio del 9,2% al 5,3%, y una duplicación del plazo de 6,1 años en promedio a los 12,7 años.
También extender el período de gracia: 5 años en el capital y prácticamente 2 años en el interés, así como un aplazamiento de los intereses no pagados y acumulados.
Se trata en este último caso de unos 1.060 millones entre marzo y agosto, que serían pagaderos desde 2026 hasta 2030, con una tasa de interés del 0%.
Para que la propuesta ecuatoriana se haga efectiva, es necesaria una aceptación del 50% de los tenedores sobre el capital de cada bono y del 66 % sobre el monto agregado de nueve bonos globales, según el ministerio.
En el caso del bono 2024, por tener cláusulas distintas, requiere la aprobación del 75%.
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