La dramática lucha de una familia guayaquileña por el cadáver de su padre

En medio del azote del coronavirus en Guayaquil, en la cooperativa Juan Montalvo, ubicada en el norte del Puerto Principal, a los hermanos José y Mayra Molina, desafortunadamente, les tocó ver morir a su padre dentro de la casa.

#COVID19 Hay desesperación en una familia del norte de #Guayaquil que no sabe si su padre recibió una sepultura digna, como ofreció el Gobierno durante la emergencia sanitaria. pic.twitter.com/EeTzlDKTPC

— Ecuavisa (@ecuavisa) April 16, 2020

El fallecimiento ocurrió el 4 de abril de 2020 y desde entonces la desesperación los golpeó porque no podían sacar el cadáver, pero al día siguiente, tras llamar con insistencia al ECU 911, lograron que Criminalística haga el levantamiento del cuerpo. 

Finalmente, se lo llevaron para ser sepultado por el Gobierno, pero, hasta el momento, sus familiares no saben dónde reposan sus restos.

El padre de ellos tenía 67 años y las presuntas causas de su fallecimiento fueron por problemas respiratorios. Los familiares todos los días ingresan a la página web coronavirusecuador.com para saber si ya fue sepultado, pero al digitar el número de cédula de la víctima se encuentran con el mensaje: “No se encontraron resultados”.

Ecuavisa buscó una entrevista con Jorge Wated, quien lidera la Fuerza de Tarea Conjunta, responsable del levantamiento de cadáveres en Guayaqui. En su cuenta de Twitter escribió: “A usted, presidente, por darme la oportunidad de servir a mi ciudad y al país! Estamos con “0” fallecidos pendientes y siguen avanzando los sepultos en el campo eterno de forma digna, como usted lo instruyó”.

De acuerdo con el último reporte,  desde el 23 de marzo hasta el 11 de abril, en el epicentro de la pandemia se han levantado 631 fallecidos de los hospitales y otros 771 cuerpos de las viviendas. En total, 1.402 cadáveres para inhumación gratuita.

El gobierno señala que si los datos de un fallecido no constan en el registro web, se debe a que los restos aún reposan en una morgue a espera de ser sepultado en los próximos días.