Las dos nuevas áreas están en Tungurahua. Esa declaratoria permite la conservación del ecosistema
Cerro Candelaria y Río Zúñag, ubicadas en la provincia de Tungurahua, son las dos nuevas áreas protegidas. 3.456,5 hectáreas de bosque montano y otros ecosistemas se sumaron al Sistema Nacional de Áreas Protegidas – Subsistema Privado.
Estos dos nuevos espacios de conservación fueron liderados por Fundación EcoMinga, que desde el 2019 coordina acciones con WWF Ecuador para asegurar una armonía entre las comunidades que habitan en el corredor ecológico existente entre los Parques Nacionales Llanganates y Sangay, y su entorno.
La declaratoria se realizó en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Ambiente, este 05 de junio, durante un evento liderado por la Ministra (S) Bianca Dager, en Baños de Agua Santa, el pasado 3 de junio.
En esta actividad también se presentó una nueva especie de rana que habita en los bosques húmedos de estas áreas protegidas, normalmente al interior de bromelias y cuyo nombre se oficializará próximamente.
Durante su intervención, Tarsicio Granizo, director de WWF-Ecuador, resaltó que “los corredores de conservación son un mecanismo para garantizar la conectividad de los ecosistemas. Esto es que las especies puedan tener pasos o puentes entre áreas protegidas núcleos para evitar el efecto isla de áreas rodeadas por actividades humanas y así permitir un adecuado ordenamiento de las mismas".
Por su parte, Javier Robayo, director ejecutivo de la Fundación EcoMinga, señaló que “esta declaratoria es un hito que refleja nuestro esfuerzo, y nace desde los resultados de la investigación científica, que ha permitido reconocer la importancia de las especies endémicas, raras y amenazadas que viven en estas zonas y representan un verdadero patrimonio natural. Gracias a esta declaratoria podemos asegurar a perpetuidad la protección de estos hábitats y sus especies que son únicas en el mundo”.
Estas declaratorias son clave para avanzar con los esfuerzos de conservación orientados a generar medios de vida más sostenibles que protejan y salvaguarden los ecosistemas del Corredor Ecológico Llanganates-Sangay, la coexistencia gente-fauna y una articulación en red de distintos actores, demostrando así que la transición ecológica del país sí es posible.
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