Los desastres naturales que marcaron a Ecuador y el mundo durante este 2023

El año 2023 en Ecuador tuvo un primer trimestre alarmante. Entre enero y abril hubo varios desastres simultáneos; inundaciones, deslizamientos de tierra, derrumbes de edificios, granizadas y un terremoto.

Una de las tragedias más lamentables ocurrió en la Sierra centro del país, cuando la noche del 26 de marzo se originó un deslizamiento que afectó a varios sectores del cantón Alausí ubicado en la provincia de Chimborazo, al centro sur de Ecuador.

Fue un evento doloroso el que ocasionó que 50 millones de metros cúbicos de tierra sepultaran 57 viviendas, afectaran a otras 104, mientras el país fue testigo de cómo la tragedia se extendió a lo largo de 85 días donde poco a poco encontraron 65 cadáveres y otros 10 no aparecieron lo que obligó al municipio de Alausí a declarar la zona como camposanto.

La parte más crítica de la tragedia ocupó 24 hectáreas, aunque en total fueron 214 las que constan en la declaración, por eso 1 225 personas resultaron damnificadas.

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Grupos especializados de Chimborazo, Pichincha, Guayas, Azuay, Azogues y de otros cantones participaron en esta tarea casi imposible, debido a que el alud fue tan voluminoso que las casas quedaron sepultadas entre 10 y 18 metros, así que tuvieron que hacer mapas desde la superficie para dar con las calles y poder ingresar con las maquinarias.

A todos conmovió como los rescatistas del país participaron en la búsqueda de personas vivas y posteriormente de los cadáveres. Los perros rescatistas también fueron protagonistas en la búsqueda incesante. Incluso muchos ecuatorianos llegaron hasta del exterior para buscar amigos y familiares.

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Previamente, en marzo, pero el 18, a las 12:12 se originó un sismo de magnitud 6.5 registrado a 29.12 km en el cantón Balao, Guayas, que fue sentido en casi todo el territorio ecuatoriano.

A 484 ascendió la cifra de heridos y según el Gobierno, dos personas murieron en la provincia del Azuay y trece en la provincia de El Oro, fronteriza con Perú. Al final del sábado 18 de marzo se reportaron 14 fallecidos, luego se actualizó en 13 y finalmente se ratificó en 14.

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Además, los reportes oficiales en Ecuador dan cuenta de 235 viviendas afectadas, 90 destruidas, 148 unidades educativas afectadas, 33 bienes públicos y 51 bienes privados afectados, 48 centros de salud.

Tras el sismo que se sintió en 13 de las 24 provincias del país, se registraron cuatro más de magnitudes 4,8, así como 3,7 y 2 de 3,5, con epicentro en el extremo noreste de la Isla Puná en el Golfo de Guayaquil (suroeste).

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La llegada del fenómeno de El Niño fue una de las advertencias más registradas durante el año. Por ello, el gobierno anterior, municipios, prefecturas e incluso comunidades por su cuenta emprendieron acciones de prevención.

Pero hasta el cierre del 2023, y aunque desde el 18 de septiembre es oficial la alerta naranja, el fenómeno no se manifiesta con toda su fuerza, además, las autoridades navales ya han mencionado que su intensidad sería de leve a moderada durante el 2024.

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Pero sin la llegada de El Niño, el invierno del 2023 fue destructor, y aunque cinco provincias fueron las más golpeadas, la más recordada fue Esmeraldas, donde se vio a los damnificados refugiarse hasta en los techos para poder huir de las inundaciones.

En esa provincia, las fuertes lluvias que soportaron varios sectores entre la tarde del sábado 3 y madrugada del domingo 4 de junio, ocasionó que al menos doce zonas urbanas y rurales sufrieran afectaciones.

Los cantones Muisne, Atacames, Río Verde, Quinindé y Esmeraldas reportaron inundaciones, deslizamientos de tierra y hasta viviendas arrastradas por el aumento en el cauce del río.

El desbordamiento de siete ríos destruyó 870 casas que afectó a otras 5000, 2 160 familias fueron llevadas albergues y los niños dejaron de ir a clases porque 63 colegios se destruyeron en cinco de los siete cantones, 12 600 animales murieron y 624 hectáreas de cultivos se echaron a perder por completo.

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El clima también dejó imágenes impactantes en Guayaquil, ciudad que estuvo completamente colapsada el 23 de marzo, luego de que una tormenta eléctrica inundara 37 sectores en total. El río Guayas y el estero Salado se desbordaron, por ello, 32 personas tuvieron que ser rescatadas y las oficinas públicas tuvieron que trabajar virtualmente durante dos días.

Durante la etapa invernal, seis cantones de Guayas y uno en Manabí se inundaron porque la represa Daule-Peripa tuvo que abrir sus compuertas para descargar el exceso de agua. 3 000 familias quedaron damnificadas y en Santa Lucía los agricultores perdieron más de 3 000 hectáreas de arroz.

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El año marcó un récord de desastres naturales extremos, por ejemplo, los incendios forestales de Canadá llegaron a afectar la calidad del aire en Estados Unidos mientras que en México, la rápida intensificación del huracán Otis dejó una estela de destrucción, principalmente en la zona de Acapulco.

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En Estados Unidos, se reportaron 25 eventos de tiempo extremo con pérdidas materiales de miles de millones de dólares en daños. 482 personas fueron víctimas de la furia de la naturaleza con huracanes devastadores en Florida y México, tornados mortales, olas de calor con temperaturas extremas que lograron alcanzar hasta los 116 grados en Texas.

Miles de residentes de la isla de Maui en Hawai, estaban desprevenidos cuando se registraron intensas llamaradas propagadas por fuertes vientos a mediados del año, en el mes de agosto, 106 personas no pudieron escapar la furia del incendio, algunos incluso intentaron lanzarse al mar para huir del incendio, pero desafortunadamente muchos murieron ahogados por las altas mareas.

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El huracán Otis también sorprendió e impactó a la ciudad de Acapulco, en México, arrasando con todo lo que encontró a su paso.

Sus vientos destructivos, de hasta 200 millas por hora, convirtieron en ruinas el 80 % de los hoteles de la ciudad. De acuerdo a las autoridades, 50 personas perdieron la vida, algunos de ellos tragados por una marejada ciclónica violenta y vientos destructivos. Aún son miles quienes intentan recuperarse del embate del ciclón que más rápido, y de forma histórica, se convirtió en huracán intenso en las aguas del Océano Pacífico. Los daños podrían ascender a entre USD 15 000 y USD 16 000 millones.

Los incendios registrados en Canadá, más de 200 incendios arrasaron los territorios del noroeste. Las autoridades declararon el estado de emergencia en agosto, pero causaron impacto a miles de residentes de Nueva York.

En el mes de junio los neoyorquinos volvieron a utilizar mascarillas no por un brote de covid, sino por la mala calidad del aire que generaba el humo que viajó miles de kilómetros hasta llegar a opacar los cielos de Nueva York. El aire era insalubre y por tres días las autoridades recomendaron a los ciudadanos permanecer en casa, ya que respirar el humo de los incendios equivalía a fumarse siete cigarrillos al día, según expertos.

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También, en la primavera de este 2023, los tornados desataron su furia destruyendo comunidades enteras y convirtiendo en chatarra edificios comerciales. Estados como Texas, Missouri y Mississippi, en Estados Unidos, se llevaron la peor parte. Los terribles torbellinos dejaron un saldo total de 82 personas muertas en el 2023, 10 más en comparación al promedio anual de fallecidos por tornados en ese país.

Y también fue récord y atípico en este 2023 una ardiente ola de calor en pleno verano en todo el sur del país. Más de 330 personas murieron como consecuencia de haber vivido 31 días consecutivos con temperaturas de 110 grados o más, de acuerdo al condado Maricopa en Phoenix Arizona.

El calor se dejó sentir también en las temperaturas del mar y en agosto el huracán Idalia lo utilizó para intensificarse rápidamente azotando sin piedad como categoría 3 el Big Ben de Florida. Idalia es el huracán más potente que ha tocado tierra en esa región en más de 125 años y se destacó por su rápida intensificación.

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Un fuerte terremoto de magnitud 7,8 azotó Turquía y se sintió en el noroeste de Siria. El sismo es considerado el más poderoso en suelo turco en más de 80 años, y el número total de muertos en Turquía у Siria ascendió a 48 151, de acuerdo a la Autoridad para la Gestión de Desastres Emergencias (AFAD).

Fue el desastre natural más mortífero de 2023, con dos fuertes sismos, el primero ocurrió a las 4 de la mañana y duró 60 segundos con un registro de 7.8 grados, pero los turcos y los sirios no terminaban de superar el susto cuando nueve horas después vino un segundo sacudón ahora de 7.5 grados con un efecto francamente devastador.

Los edificios que ya habían quedado semidestruidos por el primer sacudón se terminaron de desplomar en cadena, lo peor se observó en 10 provincias turcas donde el paisaje cambió por completo y grandes ciudades patrimoniales quedaron convertidas en montones de escombros.

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En Siria, el área más afectada fue en el norte, aldeas enteras desaparecieron y otras quedaron aisladas por los derrumbes y cuando pensaban que ya había pasado lo peor una tormenta invernal hizo que la temperatura bajará drásticamente cayó nieve sobre las ruinas y esto hizo incluso más difícil encontrar a los sobrevivientes esta tragedia.

Esas tragedias se convirtieron en la cuarta más costosa en toda la historia, dejó daños por USD 84 100 millones, pero lo que no tiene precio son las vidas que se perdieron, en total casi 50 000, la mayoría de ellas en Turquía.

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Al menos 3 958 personas murieron por las inundaciones en el noreste de Libia, en la costa mediterránea, donde la ciudad más afectada fue Derna, la segunda más grande del país.

Un terremoto de magnitud 6,8 sacudió Marruecos, dañando gravemente ciudades y pueblos. Al menos 2 901 personas murieron y 5 530 resultaron heridas, de acuerdo a cifras del ministerio del Interior de ese país.

Más de 2 000 personas murieron en Afganistán por un terremoto de magnitud 6,3. Los efectos del terremoto se dejaron también sentir en Pakistán, donde al menos 9 personas murieron y 56 resultaron heridas en la provincia nororiental de Khyber Pakhtunkhwa.

Al menos 44 personas murieron por una ola de calor en el estado de Bihar, en el norte de la India. En algunos distritos se registraron temperaturas superiores a los 45° C.

Un volcán entró en erupción en la península de Reykjanes, Islandia. Es la cuarta erupción en la zona desde 2021 y la más grande hasta ahora.

Cuatro personas murieron como consecuencia de los incendios forestales en Italia, y otros incendios forestales castigaron a gran parte de Europa, producto de las altas temperaturas.

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