01 ene 2025 , 19:10

El 2024 mostró que la crisis energética está lejos de terminar en Ecuador

Ecuador tuvo cuatro ministros de Energía en un año. Se contrataron 991 megavatios, pero solo han llegado 180 al país y los apagones perjudicaron de gran manera la economía.

   

Desde abril, Ecuador ha enfrentado apagones de 2 a 14 horas por día. Si se suman esas horas, el país ha pasado 30 días sin electricidad, lo que ha generado pérdidas económicas que superan los USD 7 500 millones.

El Gobierno ha declarado dos emergencias eléctricas y aunque se han contratado 991 megavatios, solo 180 han llegado al país.

El 8 de marzo ocurrió el primer apagón que el gobierno llamó “desconexión de emergencia”. El 15 de abril se inician racionamientos programados diarios de ocho hasta nueve horas.

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El 1 de agosto se contrató la barcaza turca que provee 100 megavatios. El 23 de septiembre se inician los apagones de ocho horas que en octubre fueron de hasta 14 horas por día.

El 10 de diciembre, el presidente Daniel Noboa anunció que el 20 de diciembre se acabarían los apagones.

Andrea Arrobo afrontó la crisis durante cinco meses, salió del Gobierno en abril acusada de sabotaje. Fue reemplazada por Roberto Luque y luego por Antonio Gonçalves, que renunció el 9 de octubre.

Inés Manzano fue la cuarta ministra de Energía en un año. Firmó cuatro contratos de generación, concretó la venta de energía de colombia y se volvió la cara del gobierno ante la crisis.

Los apagones dejaron USD 7 500 millones de pérdidas en el sector productivo hasta noviembre. USD 4 000 millones en la industria y 3 500 millones en el comercio. También los pequeños negocios tuvieron que invertir en generadores.

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La crisis afectó a niños y jóvenes. Escuelas, colegios y universidades perdieron clases, modificaron el pénsum y sus prácticas educativas. El costo no solo fue académico: la ansiedad, falta de sueño y otros trastornos se multiplicaron. En general, la incertidumbre nutrió la frustración y la desesperanza.

Las razones de esta crisis son múltiples. Una sequía severa ha llevado a niveles mínimos de generación hidroeléctrica, un parque generador envejecido y la falta de inversión privada en proyectos eléctricos.

El impacto en la economía es alarmante. Un 5 % de empleos desaparecieron y produjo una caída del 20 % en ventas. La crisis eléctrica en Ecuador continúa siendo un tema de preocupación vital para el país.

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