Algunos concejales de Ibarra solicitan la declaratoria de emergencia del lugar.
Cada día, la crisis ambiental que soporta el entorno y el espejo de agua de la laguna de Yahuarcocha, se agrava. Este ícono turístico de la ciudad de Ibarra, en Imbabura, luce contaminado.
Hace unos meses, cambio su color azul a un tono verdoso, producto de un continuo proceso de sedimentación y contaminación, así lo explica el investigador en sedimentación, Xavier Jaramillo. "Ahora notamos un olor nauceabundo, un olor a lodo podrido, que es producto de lo que estamos hablando, los efectos de la descomposición de la materia orgánica en los lechos lacustres, que no han sido removidos, que no han sido tratados, que no han sido oxigenados".
Debido a esto, añade Jaramillo, sus orillas ahora lucen como un pantano. Esa agua podrida va ganando espacio en todo el cuerpo hídrico. "Este momento la laguna está empozada prácticamente. Lo que necesitamos en primer lugar es ingresar agua, pero agua cruda y de calidad, para que el reboso de agua vaya desplazando a toda esta nata verde, al final de la laguna", comentó Leonardo Yépez, concejal de Ibarra.
Pero, el canal de agua que el municipio de Ibarra direccionó hacia la laguna, no tiene el caudal suficiente para generar el efecto indicado por el concejal Yépez.
Para tratar el tema, Ecuavisa solicitó una entrevista a Andrea Scacco, alcaldesa de Ibarra, pero no hubo respuesta. Sin embargo, en redes sociales el municipio expuso su intención de comprar un sistema para oxigenar la laguna.
En contraste, el vicealcalde Marco Antonio Hadathy, dice que esa maquinaria no sirve para ecosistemas naturales y de gran extención como Yahuarcocha. Asegura que para recuperarla ya existe un plan de manejo integral, que requiere al menos dos millones de dólares de inversión inicial. Para conseguirlos, comenta que es prioritario declarar en emergencia a la laguna, antes de que la crisis se agrave. "Hay una gran cantidad de bacterias que están metidas en el agua y que provocan la putrefacción. Y con la cantidad de químicos que están entrando puede producir la muerte de animales y el envenenamiento de personas".
En las últimas semanas, decenas de peces han aparecido muertos en las orillas de la laguna de Yahuarcocha. A pesar de los riesgos, todavía se puede observar a personas pescando en sus orillas.
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