Coronavirus: el desorden continúa en la entrada de la 8, noroeste de Guayaquil

El desorden en la conocida entrada de la 8, en el noroeste de Guayaquil, continúa. En esta zona, el movimiento es intenso.

Si no fuera porque algunos usan mascarillas, pensaríamos que no existe una emergencia sanitaria por un virus mortal. Hay otras personas que no la usan. 

Los habitantes saben que hay un virus que anda en el entorno, pero dicen que ellos solo se encomiendan al cielo.  

Así, en la entrada de la 8 es como si nada pasara. Basta recorrer unos cuantos minutos para observar que no se cumplen con las normas de bioseguridad. 

El comercio informal se ha triplicado, se ha tomado las veredas y apenas se puede caminar. 

No hay medidas de higiene y la mayoría manipula los alimentos como sea. Las aglomeraciones están en todos lados; niños y adultos mayores caminan como si nada.

En la entrada de la 8 no conocen de semáforo amarillo ni mucho menos de distanciamiento social; aseguran que la necesidad los hace salir de casa, pues la ayuda a esta zona de Guayaquil no llega.

Los únicos que llegan son los agentes metropolitanos. Pese a que intentan sacarlos, ellos vuelven al mismo lugar de siempre, pues dicen que un minuto puede significar una nueva venta, una nueva venta que aunque sea les permita comer una vez al día.