Conozca al agrónomo que trabaja como recolector de residuos por falta de empleo

Mientras se encontraba en la fila junto a cientos de personas en las afueras del edificio de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo de Quito (Emaseo), el guarandeño José Manobanda escuchaba las historias de hombres y mujeres que no conseguían trabajo y sufrían para mantener a sus familias.

Había abogados, técnicos en diferentes ramas, profesores, enfermeras, psicólogos y hasta ingenieros, a quienes no les importaba aplicar a un empleo como ayudantes de recolección y servicios de aseo. La convocatoria comenzó el 13 de julio y en total hubo 20 000 postulantes para 228 vacantes.

Miles de personas madrugaron para hacer fila. Algunas llegaron con carpas, colchones y cobijas. Otras se encontraban con niños pequeños y bebés. Solamente en los dos primeros dos días se recibieron 6 213 carpetas en físico y 12 350 personas aplicaron de forma virtual.

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Manobanda es uno de los 228 seleccionados. De ese número, seis poseen títulos de educación superior. Él es técnico en agronomía y el resto de sus compañeros son tecnólogos en electromecánica, administración de empresas y recursos humanos. También hay un ingeniero en sistemas y un técnico superior en higiene y seguridad industrial.

Para ​​​​​​este hombre de 33 años, quien vive en Quito desde hace 12 años, la vacante que abrió Emaseo fue una luz de esperanza porque jamás pudo ejercer su profesión como técnico en agronomía y en los últimos meses se encontraba desempleado. "Siempre quise trabajar en empresas florícolas, pero no me contrataban por la falta de experiencia". Por eso tuvo que laborar durante varios años como guardia de seguridad u otras actividades.

También trabajó temporalmente en Emaseo, por tres ocasiones, antes de ser contratado definitivamente como ayudante de recolección y servicios de aseo. Fue en las fechas en que se requiere más personal por la alta demanda en la generación de residuos como Fiestas de Quito, Navidad o Fin de Año.

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En su primer día de trabajo, Manobanda recibió cuatro mudadas de uniformes, guantes, gorra, botas, un impermeable, poncho de agua, una escoba y una pala para recolectar residuos. Su jornada comenzó a las 12:00 y se extendió hasta las 20:00 en la zona de Iñaquito, hipercentro de la capital.

En los recorridos que hace diariamente, él limpia las aceras, jardineras y calles. Mientras dialogaba con Ecuavisa.com, recordó que los profesionales que hicieron fila con él, en la fase de postulación, tenían los mismos problemas para conseguir trabajo y por eso aplicaron en las vacantes de Emaseo.

A unos no los contrataban porque recién terminaron sus estudios universitarios. También había casos de hombres que tenían problemas por la edad, pues habían cumplido más de 40 años.

Su mayor inspiración es su hija, Britanny, de 12 años, quien se encuentra desde hace dos meses en los Estados Unidos junto a su madre. Ambos chatean todos los días y ella le felicitó cuando consiguió trabajo en Emaseo. A futuro, el objetivo de Manobanda es ejercer su profesión de agrónomo, conseguir una visa y visitarla.

"Espero que mi niña pueda venir a Ecuador con el paso de los años".

En Emaseo se priorizó a las personas con discapacidad para ocupar una plaza. Asimismo, los postulantes que no lograron el puntaje solicitado serán considerados a una nueva convocatoria a futuro.

Elba Noriega, una de las 228 contratadas por Emaseo, agradeció a las autoridades municipales. “Este proceso fue transparente, ahora me voy más tranquila al tener un trabajo fijo, esto me va ayudar a sacar a mis hijos adelante”.

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