La compleja tarea de sepultar a quienes mueren en emergencia por coronavirus

En medio de la emergencia sanitaria que vive el país, en el cementerio del suburbio se observa una escena que no era usual: decenas de féretros esperando recibir sepultura. Se trata del drama que se vive en Guayaquil, donde la muerte duele dos o más veces.

En la Junta de Beneficencia, el número de personas que llega a pedir servicios exequiales supera toda capacidad. Han ubicado sillas y carpas en los parqueaderos para, de alguna manera, hacer más cómoda la espera de conseguir un espacio para sepultar a un ser querido.

Pese a todo, hay inconformidad. Los familiares quisieran una atención más rápida, más diligente, pero la demanda sobrepasa las capacidades.

El Gobierno, por su parte, continúa con la tarea de levantar cadáveres de los domicilios de la ciudad. Dicen que se están corrigiendo los problemas de los últimos días.

El presidente de la República, Lenín Moreno, a través de un tuit, informó que los familiares de los fallecidos podrán revisar en www.coronavirusecuador.com en qué camposanto y nicho reposan los restos de sus parientes.

Hasta el lunes 6 de abril de 2020, 146 compatriotas tuvieron un sepelio digno. Según el jefe de Estado, “diariamente lo haremos con cada uno de los hermanos fallecidos”. Con estas acciones se busca ir superando la crisis.