Vendedores aseguran que lo hacen por un espacio en la vereda de esa zona comercial.
En Guayaquil, 300 funcionarios municipales siguen en 18 puntos estratégicos en la Bahía, zona crítica por las aglomeraciones.
Según la autoridad, tras la clausura de 160 bodegas clandestinas, la mercadería no puede ser entregada a los vendedores informales.
A las 10:00, la diferencia era evidente. La presencia de informales era escasa. Los vendedores formales dicen que esto se ve reflejado en sus ingresos. A diferencia de ellos, los informales no pagan impuestos.
Pero los vendedores formales e informales, aquí en la bahía, también denuncian corrupción. Aseguran que cada espacio en la vereda cuesta un promedio de un dólar al día.
La corrupción no es negada por el director de Agentes de Control Metropolitano, Jaime Dávalos. De hecho, asegura que varios agentes ya fueron desvinculados, aunque recalca que muchos casos no son denunciados.
Los operativos tanto de metropolitanos como de policías se mantendrán todo el mes para tratar de contrarrestar los contagios en esta zona, donde trabajan 4.300 comerciantes formales.
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