COE Nacional recomienda extender estado de excepción en El Oro y Guayaquil

La mañana de este miércoles 28 de julio, durante una rueda de prensa, el presidente del Comité de Operaciones de Emergencia (COE Nacional) Juan Zapata, junto a la ministra de Salud, Ximena Garzón, informaron las resoluciones que se tomaron en el país ante la propagación de la variante Delta del COVID-19 en varias provincias.

Zapata agregó que se recomendará al presidente Guillermo Lasso que amplíe el estado de excepción focalizado para la ciudad de Guayaquil y para la provincia de El Oro por treinta días más, manteniendo las medidas restrictivas que se contemplan en el Decreto 116.

Según informaron las autoridades, hasta este martes 27 de julio se reportan 85 casos de la variante Delta del COVID-19 en Ecuador.

El Oro concentra 59 casos, aunque también en Manabí (10), Guayas (5), Azuay (4), Pichincha (4) y Cañar (3).

El pasado 14 de julio, el Gobierno Nacional declaró estado de excepción en toda la provincia de El Oro y en Guayaquil por calamidad pública. Esta disposición rige hasta este miércoles 28 de julio.

Durante estos 15 días de esta medida especial se aplicaron restricciones, como el toque de queda en los 14 cantones de El Oro. También se suspendió el transporte interprovincial hacia el resto del país y se restringió el aforo al 30% en el transporte público interno.

En Guayaquil solamente se restringió el aforo de los espacios cerrados y al aire libre, así como del transporte público.

También están vigentes el teletrabajo y la teleducación.

Este jueves, el COE recibirá el informe de evaluación de los quince días de aplicación del estado de excepción en ambas localidades.

Ecuador puso en marcha el pasado 21 de enero un plan de vacunación contra el COVID-19 y se prevé que hasta finales de agosto se logre inmunizar a nueve millones de personas, el 60 por ciento de la población.

Las autoridades ecuatorianas han expresado su preocupación por la presencia de esta variante del virus principal, porque es de mayor transmisibilidad y podría, eventualmente, generar presión sobre el sistema sanitario.