La Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair prevé obras adicionales para evitar paralizar su operatividad

Evitar que los sedimentos arrastrados por el río afecten a la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair es una prioridad para el Gobierno que estudia opciones posibles

Los estudios preliminares identifican algunas causas del problema. La principal, el río, es afectado por la actividad de la población en sus riveras altas. Por eso los deslaves son más frecuentes y llevan basura y sedimentos al agua.

También están los altos caudales. Este miércoles llegó a 2 000 metros cúbicos por segundo, cuando el promedio es de 350. Las condiciones del río ahora son diferentes a las que se tenía en 1 992 cuando fue diseñada la central.

La captación cuenta con ocho desarenadores de 150 metros de largo, 13 de ancho y 13 de profundidad. Tienen sifones de fondo y sistemas de filtrado que no abastecen y tienen que cerrarse cuando hay más de un kilogramo de sedimentos por cada metro cúbico de agua. Así la captación se paraliza. Esto ha sucedido 12 veces este año.

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El río también lleva disueltas partículas de sílice y cuarzo que no se pueden detener y que de a poco dañan los equipos de la central.

Una opción, que está estudian los técnicos de Coca Codo, es colocar una red flotante antes de la captación. Un dique para sedimentos aguas arriba y nuevos equipos para hacer más eficientes los desarenadores que ahora se vacían frecuentemente para la limpieza manual.

Pero sobre todo, cuidar las orillas del río aguas arriba, Jorge Goyes, gerente de Coca Codo Sinclair, da una explicación:

Aunque la captación ha parado 12 veces este año a causa de los sedimentos, la hidroeléctrica solo ha dejado de operar seis veces porque tiene un embalse compensador que le permite funcionar a plena capacidad hasta durante cuatro horas.