Así es la vida de los canes que ayudan a combatir el narcotráfico en Ecuador

'Pico' es un pastor belga malinois. Tiene 3 años y es juguetón, sin embargo, se ha convertido en el 'terror de los narcotraficantes', porque a la hora de trabajar no se le escapa ni un gramo de cocaína.

En febrero olfateó 9 toneladas de esta droga en un solo contenedor que tenía como destino Bélgica. Fue el mayor decomiso de droga en la historia de Ecuador, valorado en 630 millones de dólares.

En el centro de adiestramiento canino 'Pico' tiene más de 70 compañeros como él, también agentes antinarcóticos de cuatro patas. Las razas que componen esta unidad son pastores belga, pastores holandés, y pastores checos.

Le puede interesar: En Ecuador hay carteles y microcarteles: ¿cuál es la situación del narcotráfico?

El entrenamiento para la detección de drogas se basa en juegos y la asociación de olores. Fernando Esteves, jefe zonal de la unidad canina, indica que los perros nunca olfatean droga, sino un componente parecido para aprender los olores de los estupefacientes.

La mayoría de canes fue donada por la Embajada de Estados Unidos. Su lugar de trabajo son los puertos de Ecuador, donde les toma apenas 15 minutos inspeccionar un contenedor con mil cajas, cuando a un policía le ocupa esta tarea 3 horas.

Esteves explica que los perros tienen veterinarios asignados para su bienestar, como también, comida especial por su trabajo y un cronograma de descanso y desestrés, como llevarlos de paseo a playas y bosques.

Lea también: ¿Qué zonas de Ecuador conforman el triángulo del narcotráfico?

En lo que va del 2023, los perros de la unidad han olfateado 90 mil contenedores en los 6 puertos de Ecuador, y permitieron decomisar 44 toneladas de cocaína.

Los canes, al igual que los policías, tienen días libres y vacaciones. Luego de 8 años de servicio son jubilados y entregados a sus guías y pasan de ser compañeros de trabajo a familia.