Los extranjeros eran sometidos a tratos degradantes.
Una investigación de más de cinco meses en la que participaron integrantes de Migración Colombia, Policía Nacional, Ejército y la Fiscalía del vecino país, permitió la captura de 15 personas señaladas de conformar una banda dedicada al tráfico de migrantes por la frontera entre Ecuador y Colombia.
Entre los detenidos está el director de Gestión del Riesgo en Ipiales, Nariño, y el gerente de la Terminal de Transportes de este municipio que justamente limita con Ecuador.
“Señores, esta es la trochita que hay que pasar para poder llegar a Colombia desde Rumichaca”, dice un migrante cubano en un video que sirvió de evidencia.
La investigación contra la organización criminal dedicada al tráfico de migrantes por la frontera entre Ecuador y Colombia se inició en marzo de 2020, cuando dos venezolanos que intentaban cruzar el río Guáitara cayeron al vacío y murieron.
Los migrantes sabían a qué se exponían y, por eso, un cubano quiso dejar el testimonio de lo difícil de la travesía, mientras iba mostrando el terreno.
“Esto es realmente una verdadera locura, venimos pasando, bajando, atravesando un río y subiendo por todo esto”, cuenta el migrante cubano en el video.
Los integrantes del Grupo de Investigación Antitrata y Tráfico de Personas de Migración Colombia, una vez fueron notificados de la muerte de los extranjeros, comenzaron a rastrear las pistas que los llevaron hasta las trochas por donde estaban ingresando ilegalmente los foráneos.
Las pesquisas incluyeron seguimientos, videos e interceptaciones para saber la forma como operaba la banda criminal dedicada a la trata de personas.
Esas labores permitieron establecer que, por el paso, a través de la frontera, de una sola persona, los llamados coyotes podían cobrar entre 100 y 600 dólares, es decir, hasta casi 2.300.000 pesos. Ahora, si la negociación incluía hospedaje, ese valor aumentaba.
Incluso, en algunos casos se contrataba todo el tránsito por Colombia hasta la frontera con Venezuela o Panamá y, en ese caso, la travesía de ilegalidad podía costar entre 2.500 y 3.000 dólares, es decir, podía superar los 11 millones de pesos colombianos.
“Es el resultado de cinco meses de investigación, que Migración le ha dedicado la guerra frontal al tráfico de migrantes y que no se va permitir que criminales jueguen con la vida y la integridad de las personas”, aseguró Juan Francisco Espinosa, director de Migración Colombia.
Los capturados fueron trasladados a la sede de los despachos judiciales en Ipiales y puestos a órdenes de un juez, para la legalización de las capturas realizadas por Migración Colombia, la Policía Nacional, el Ejército y los miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía.
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