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El barrio Quilloturo quedó casi deshabitado luego del deslave en Río Verde, Baños
La mayoría de sobrevivientes dejaron todo atrás. Solo quedan animales y las viviendas que de a poco se deterioran.
En un balde blanco están las flores amarillas ya casi marchitas. Al lado, la imagen de una Virgen rescatada del lodo y otra figura religiosa. Las dos sobre un saco celeste que era de María Pilamala de 53 años, una de las víctimas del deslave que el domingo 16 de junio arrasó el barrio Quilloturo en río Verde, Baños.
El improvisado altar fue armado sobre los restos de un poste caído. Los colores resaltan sobre el fondo del lodo que tiñó todo en la casa.
El frente de la casa contigua exhibe la chompa y el sombrero que usaba Ángel Paredes, de 82 años. Él es la víctima número 14 del desastre de Quilloturo.
En el interior aún están desperdigas sus pertenencias y las de sus hijos y nietos que ahí esperaban que pase la lluvia para festejar el día del padre.
A pocos metros, quedan los escombros de lo que fue la casa de una pareja sorprendida por flujo de lodo, piedras y troncos. Un perro inspecciona el sitio donde estaba su casa y un poco más allá, otro de raza espera de que sus amos vuelvan.
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Las casas que no fueron tocadas por el desastre se deterioran poco a poco. Julio Ramos y su hija de 11 años son de los pocos que quedan en Quilloturo, pero están durante el día, vienen del albergue en Río Verde a cuidar sus árboles de mandarina, unas 40 gallinas y tres cuyes. Cuenta que todo se acabó:
"Todo arriba eran las casas y son ellos los que se acabaron".
Héctor Paredes ayuda a un vecino a recuperar los árboles de limón del lodo que casi los arrasó. Trabaja como lo ha hecho siempre en la tierra, a pocos metros de la casa de su padre, que también fue víctima del desastre. No quiere que eso le pase a la familia que le queda, los tiene en un albergue mientras busca a dónde migrar.
"Es bien peligroso donde vivimos arriba está acumulado bastante tierra, dicen que está cuarteado, llevamos mucho peligro... Lo que supo decir el Alcalde es que tenían unos terrenos por Río Negro y baños y que nos iban a dar por ahí, no regalado, sino con facilidades y bien económico".
Quilloturo se convirtió en un recordatorio de la tragedia y también en la imagen de alerta para 125 familias en la zona de riesgo. Todas serán reubicadas.
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