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La extrabajadora ha sido acusada de irregularidades en su función por un supuesto patrimonio no justificado y mantener a familiares en el IESS.
Las autoridades del IESS no esperaron más y despidieron a la sindicalista Rosa Argudo. Ella llevaba 35 años en la institución y 21 de ellos como Secretaria del Sindicato Único de Trabajadores.
En julio pasado, los cinco legisladores de Azuay la denunciaron por presuntas irregularidades. La acusaban de tener al menos cinco familiares laborando también en el Instituto y que sus declaraciones patrimoniales no coincidían con su sueldo de USD 1 295 como auxiliar de esterilización, le endosaron cobros indebidos y mal manejo de los fondos del sindicato. Argudo ha negado las acusaciones y rechazó la denuncia de los asambleístas.
El IESS realizó una investigación sobre las denuncias y este viernes tomó la decisión de separarla del cargo. El gerente del hospital, José Carrasco de Cuenca, le comunicó:
“... La terminación de la relación laboral por despido intempestivo... "
Esto implica una indemnización de acuerdo al tiempo de servicio y su escala de remuneración. Sin tomar en cuenta los beneficios que puede tener como sindicalista.
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La salida de Rosa Argudo ocurre, además, en medio de una investigación de Fiscalía, abierta por presunto enriquecimiento ilícito ante la denuncia de los cinco asambleístas azuayos.
La Contraloría también está por concluir un examen especial al hospital donde trabajaba la exfuncionaria. El IESS le pidió que deje este mismo viernes el cargo, y entregue los bienes de la institución que se encontraban bajo su custodia.
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