Un asadero de pollos en Cuenca usaba un gato para controlar plaga de ratones

Inspectores de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) encontraron un gato enjaulado en un asadero de pollos en Cuenca.

Según los administradores del local, el felino era usado "para cazar roedores por la noche". No obstante, el animal permanecía todo el día encerrado y sin comida.

Una práctica de crueldad animal, enfatizó la entidad. Además, observaron que soltar al gato en las instalaciones podía causar insalubridad, pues este podría tener contacto con áreas de preparación de alimentos como mesones, comida y zonas de despacho.

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El asadero de pollos, ubicado en la vía Cuenca – Azogues, evidenciaba deplorables condiciones higiénico-sanitarias.

Había productos en contacto directo con el piso y otros debajo del lavador cerca de tuberías con hongos; mesones rotos y con restos de comida acumulada; tablas de picar de madera sucias y en mal estado.

En la cocina se encontró tuberías abiertas, agua con sangre acumulada, pollos en lavadores desgastados y con moho; paredes oxidadas, mesones sucios y más.

El local fue clausurado inmediatamente. "Únicamente podrán reabrirlo cuando cuiden todos los procesos de limpieza y desinfección, y los técnicos de Arcsa constaten que las condiciones sean óptimas para su funcionamiento", enfatizó la entidad.

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