20 feb 2021 , 07:21

Arribaron a Guayaquil los restos del expresidente Gustavo Noboa

   

Este domingo 21 de febrero será sepultado el exmandatario en Daule, Guayas.

Los restos del expresidente Gustavo Noboa Bejarano, fallecido esta semana en Estados Unidos, llegaron este sábado 20 de febrero a Guayaquil, donde fue recibido en una ceremonia especial con honores de Estado.
 



El féretro cubierto por la bandera de Ecuador, llegó en el avión presidencial, y estuvo custodiado por infantes de la Marina en su recorrido por la pista de la base aérea Simón Bolívar, donde esperaban familiares del ex jefe de Estado.
 



Tras la ceremonia en la base aérea, en la que estuvieron la vicepresidente María Alejandra Muñoz y el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, el cortejo fúnebre recorrió algunas avenidas del Puerto Principal hasta llegar al camposanto Parque de la Paz, en Daule, donde este domingo tendrá lugar el sepelio en un acto privado.

 


Noboa, quien gobernó Ecuador entre 2000 y 2003, falleció el 16 de febrero en un hospital de la ciudad estadounidense de Miami, a los 83 años de edad y tras sufrir un paro cardiaco cuando se recuperaba de una cirugía del cerebro.





El mandatario ecuatoriano, Lenín Moreno, decretó duelo nacional por tres días debido al fallecimiento de Noboa y en Twitter se refirió a él como un "dilecto amigo, demócrata respetado, formador moral de juventudes, patriota".




También la vicepresidenta del país, Alejandra Muñoz -quien hoy estuvo en el aeropuerto-, expresó esta semana su pesar por la muerte de Noboa al recordar que en el pasado trabajó con el exmandatario.




Noboa gobernó el país en uno de los periodos más polémicos de la historia nacional y en medio de una de las peores crisis financieras del país.
 



Fue vicepresidente, entre 1998 y 2000, del Gobierno de Jamil Mahuad, que enfrentó duras protestas sociales por unos ajustes económicos impopulares.
 



En su periodo, Noboa continuó con la dolarización y el proceso para sanear al sistema financiero, que en 1999 había entrado en una profunda crisis de liquidez, con una veintena de entidades financieras intervenidas por el Estado.
 



Ese proceso de salvamento terminó por costar al erario nacional más de 8.000 millones de dólares y fue el detonante de la mayor oleada de migración de la población, muchos de forma ilegal, hacia Estados Unidos y Europa, especialmente a España.

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