Los apagones obligan a los consumidores a retrasar la compra de pavos y lechones para Navidad

No hay Navidad sin pavo, y como los apagones impiden mantenerlos en casa congelados permanentemente a menos 21 grados, los comercializadores se ingeniaron estrategias desde septiembre.

El cambio más radical será en la entrega directa a empresas que daban canastas a sus trabajadores. La mayoría optó por no recibir pavos y cerdos y dio tarjetas a sus empleados o sus nombres a los distribuidores para que los retiren en los locales.

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Una segunda estrategia de las comercializadoras es la reserva. Los consumidores abonan el 70 % del precio y los reclamarán tres días antes de la cena.

Para evitar el colapso que se puede generar por el despacho de compras a última hora y de las reservas, los locales aumentarán personal.

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Las empresas que entregan sus productos a grandes cadenas de supermercados detectaron que a partir del 16 de diciembre habrá pedidos masivos.

Por eso se alistan para despachar en poco tiempo grandes cantidades a escala nacional. Ellos indican que tomaron otra medida: congelar el precio.

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Con estas medidas se prevé mantener y superar las ventas con relación al año anterior. Según la Corporación Nacional de Avicultores (Conave) la producción fue mayor.

Más del 90 % de las ventas de pavo se realizan en la temporada navideña y de fin de año.