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Los cortes de los últimos días son un recordatorio de la fragilidad del sistema eléctrico nacional, que no está preparado para el próximo estiaje en el país.
Los apagones en el Ecuador están a la vuelta de la esquina, en octubre empezará el próximo estiaje y el país no está preparado para enfrentarlo.
El déficit de generación calculado por el Cenace es de 475 megavatios, 10 más de los que eran al inicio del estiaje del año pasado y que llevaron al Ecuador a racionamientos de electricidad.
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El plan para la época seca contempla recuperar 390 megavatios de generadores que están dañados.
290 provendrán de unidades en Sopladora y las termoeléctricas Gonzalo Cevallos, Machala Dos, Anibal Santos y Álvaro Tinajero.
El plan contempla también instalar en las centrales Quevedo Dos y Santa Elena Dos, los generadores comprados el año pasado y que pueden entregar 62 megavatios, además de recuperar 40 megavatios en otras unidades de Machala Dos.
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Si el plan del gobierno se cumple sin inconvenientes, al país aún le faltarían entre 80 y 100 megavatios para completar la demanda
Para llenar este vacío hay tres opciones. La primera es poner a funcionar Toachi Pilatón que puede aportar 200 megavatios. El proyecto tiene un avance del 95 % y entraría a etapa de pruebas entre junio y julio.
La segunda alternativa es contratar generación temporal que puede ser con motores en tierra o en barcos o barcazas. Los estudios estarán listos en abril para empezar con el proceso de contratación.
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Y la tercera opción es apelar a que Colombia siga vendiendo energía al Ecuador como lo hizo el último trimestre del año pasado, aunque a un costo tres veces mayor al de la energía nacional. Por esa electricidad se pagó USD 280 millones y tampoco logro evitar los apagones.
Paralelamente se intentará reducir la demanda que el año pasado se incrementó en 9 %. El sistema eléctrico ecuatoriano es vulnerable por la edad de sus equipos y la falta de mantenimiento.
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