Amotinamiento en Santo Domingo: ¿Quién es 'Anchundia' y cómo la justicia terminó incidiendo en el ataque?
Según fuentes de inteligencia, la orden de matar al líder de los R7 provino de la cárcel de Latacunga. La Policía lo salvó.
La nueva masacre de 44 reclusos ocurrida en Santo Domingo de los Tsáchilas, que evidencia la fata de soluciones a la crisis carcelaria en Ecuador, tiene a dos antisociales como protagonistas y al habeas corpus como un mecanismo jurídico que, en lugar de protegerlo, casi le cuesta la vida a quien lo solicitó: Freddy Marcelo Anchundia Loor.
Su nombre fue mencionado por el ministro del Interior, Patricio Carrillo, quien expresó "gran preocupación por las decisiones de algunos jueces que terminan afectando la seguridad y estabilidad de los centros carcelarios".
El otro protagonista es Alexander Quezada San Martín, alias 'Ariel', líder de la banda narcodelictva 'Los Lobos', la segunda más grande por número de integrantes, según agentes investigadores.
Según fuentes de Inteligencia, 'Ariel' pidió la cabeza del líder de 'Los Anchundia', o también llamados 'R7', una subcélula que se rebeló contra 'Los Lobos' y provocó la matanza de 20 internos de la cárcel de Turi (Cuenca) el pasado 3 de abril.
El ataque en Santo Domingo comenzó un poco después de la 01:00 y cuando la Policía se dio cuenta de que el objetivo era 'Anchundia', lo sacó del pabellón de máxima seguridad y lo condujo hacia otro sector de la cárcel resguardado por agentes de élite.
SALIERON DE 'LA ROCA'
El mes pasado, cuando el Servicio Nacional de Atención a Privados de la Libertad (SNAI) identificó a estos dos antisociales como protagonistas de la revuelta que cobró la vida de 20 reclusos en Azuay, se decidió trasladarlos a 'La Roca', la cárcel de máxima seguridad en Guayaquil.
Allí no pasó nada, pero ambos salieron favorecidos con el recurso de habeas corpus a otras prisiones. El 26 de abril, un juez de Guayas ordenó el traslado de 'Ariel' a la cárcel de Latacunga; y cuatro días después, otro juez aprobó el traslado de 'Anchundia' a Santo Domingo.
Ambos líderes de bandas expusieron que en 'La Roca' eran amenazados y no podían 'salir ni al patio'. Sufrían. Y los dejaron ir adonde quisieron.
'Anchundia', según la providencia, decía que era maltratado hasta en el baño, que lo querían ahorcar y hacer pasar su muerte como un suicidio, por eso pidió ir a la cárcel de Santo Domingo porque de allá es su esposa. Pero él ya conocía esa cárcel, pues allí estuvo en 2016 cuando fue detenido en Manabí.
Y el juez le concedió la medida cautelar porque consideró “en riesgo su vida e integridad”.
Lo mismo pasó con 'Ariel', quien se siente seguro en el centro de rehabilitación de Cotopaxi, desde donde -según los investigadores- quería acabar lo que empezó en Azuay hace un mes y matar a quien se había rebelado contra 'Los Lobos'.
“Las medidas adoptados por ciertos jueces terminan siendo dramáticas y generan estos incidentes", reprochó el ministro Carrillo.
Para él, "es predecible que quienes buscan movilizarse de un centro de privación y encuentran apoyo jurídico son los que están detrás de estas masacres. Son los mismos actores que hace un mes en la cárcel de Turi, en Cuenca, participaron”, confirmó.
Según el Ministro, lo que se vivió esta madrugada en el centro carcelario de Santo Domingo demanda la revisión de los mecanismos de acumulación de penas; negar beneficios penitenciarios a todos quienes participen en estos actos criminales y en temas indisciplinarios. “Creemos que es necesario someter a los cabecillas a regímenes más exigentes”, dijo.
¿QUIÉN ES FREDDY ANCHUNDIA?
Anchundia es cabecilla de una peligrosa banda que se dedicaba al sicariato y microtráfico en Pedernales y todo Manabí. Su organización R7 no es una mega banda, sino que teje redes con las existentes en las cárceles, según información de la Policía.
En el sistema de la Función Judicial, Anchundia tiene un gran historial delictivo de asesinato, microtráfico, entre otros delitos.
En el 2015, se convirtió en el más buscado de la ciudad de Pedernales, Manabí, debido a que asesinó a un hombre en La Chorrera, de acuerdo a registros policiales.
Fue capturado en 2016 cuando celebrar el Día de las madres y fue llevado a la cárcel de Santo Domingo.
Los Anchundia eran al menos 50 hombres y según la Policía Nacional cobraban desde $ 3.000 para asesinar a una persona. Ellos pedían el dinero por adelantado, también la movilización y el arma.
Alias Anchundia se encontraba en la cárcel de Turi cuando lideró la revuelta en contra de Los Lobos, el 3 de abril pasado, que dejó 20 reos asesinados y decenas de heridos. Ante eso, el Gobierno envió a los cabecillas de las bandas que se confrontaron a la cárcel de La Roca, de donde han salido a otras prisiones para seguir ordenando asesinatos entre ellos.
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