Alertan peligro por frecuentes impactos de aves con aviones en el aeropuerto de Guayaquil
TAGSA, administradora del José Joaquín de Olmedo, responde a las quejas de una aerolínea
El impacto de aves contra aviones que se aproximan o despegan del aeropuerto internacional de Guayaquil, José Joaquín de Olmedo, es algo que se está volviendo frecuente, según la queja de los pilotos, que realizan las notificaciones de “peligro aviario”.
La noche del pasado jueves, 10 de noviembre, ocurrieron dos casos en los que estuvieron involucrados aviones de Equair, según lo hizo conocer el CEO de esta aerolínea, Frederik Jacobsen, en una carta dirigida a William Birkett, director general de la Aviación Civil.
Avioneta accidentada en la Alborada había llegado al aeropuerto de Guayaquil, pero volvió a despegar
En la misiva, Jacobsen se quejó de la “poca o nada gestión” de la administración del Aeropuerto de Guayaquil para eliminar o minimizar el peligro aviario, según se lee, "limitándose a preservar la fauna”. “Es mi obligación como CEO elevar mi sincera preocupación”, anota.
Pilotos que piden la reserva de su identidad dicen que el “peligro aviario” se está volviendo frecuente en Guayaquil, sobre todo al atardecer, por el incremento de pájaros que frecuentan el cada vez más grande islote El Palmar, donde el río Daule converge con el Guayas, y que se sigue extendiendo a falta del dragado.
LOS PELIGROS DEL IMPACTO DE AVES
El impacto de aves con aviones puede poner en peligro la vida de cientos de pasajeros, advierten los pilotos, porque esos impactos pueden dañar el fuselaje, los parabrisas, motores o el sistema de frenos del tren de aterrizaje.
Los últimos incidentes se conocen porque se hizo pública la queja de Equair, pero los pilotos aseguran que hay muchas más notificaciones de “peligro aviario” que se han quedado en los cajones de la Aviación Civil, que aún no se ha emitido ningún criterio ante este hecho.
La entidad que sí se pronunció es TAGSA, concesionaria que administra el aeropuerto de Guayaquil, que rechaza lo dicho por el gerente de Equair en su oficio enviado al Director de Aviación Civil.
TAGSA aclara que “realiza las actividades necesarias para minimizar los riesgos que representan las aves y otra fauna a las operaciones aéreas dentro del aeropuerto, pero siempre dentro del marco de la ley ambiental, normas de aviación civil y de nuestras obligaciones como concesionarios”.
Agrega que las actividades que se realizan son informadas durante las reuniones del ‘Comité Aeroportuario de Prevención del Peligro de Fauna del Aeropuerto’, que está conformado por representantes de diferentes instituciones, entre ellas representantes de las aerolíneas.
Pero hay más. Dice TAGSA que ya hace algunas semanas envió una comunicación al gerente de Equair en la que le informó que la concesionaria “no tiene ninguna competencia ni autoridad para tomar acciones fuera del recinto del aeropuerto de Guayaquil”.
Según la administradora del José Joaquín de Olmedo, esa tarea le corresponde “a la gestión del Comité Nacional de Control Aviario, que debe estar conformado por las autoridades competentes”.
En conclusión, TAGSA no puede tomar acciones contra pájaros que vuelan fuera de las instalaciones del aeropuerto y así el peligro para los pasajeros sigue latente.
Antes esa respuesta, el CEO de Equair pone a disposición de la Aviación Civil su contingente de profesionales “para que, de una manera radical y decisiva, aporte en la adopción de medidas efectivas que eliminen o por lo menos minimicen estos eventos”.
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