Alejandro Ribadeneira: "Como secretario de Educación Superior, no tomo la decisión de cerrar la Senescyt"
El funcionario asegura que hay un presupuesto de USD 95 millones en becas para tres años
Este miércoles 1 de junio del 2022 continúa la tercera postulación para que los bachilleres apliquen a las universidades públicas del país. Datos de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) señalan que para la primera postulación de este año se registraron 215 000 alumnos para 122 000 cupos.
Se asignaron 94 000 plazas, pero solo 81 000 jóvenes las aceptaron, lo cual implica que que quedaron 41 000 disponibles para la segunda y tercera. El secretario de Educación Superior, Alejandro Ribadeneira, dialogó con Ecuavisa.com sobre la situación del acceso a las universidades del país y otros temas de educación superior.
El pasado 24 de marzo, el presidente Lasso señaló que se trabaja en los decretos y reglamentos para eliminar la Senescyt, ¿eso es posible?
Con el Primer Mandatario hemos tenido algunas reuniones con relación a este planteamiento. Estamos siempre dispuestos a entender su posición y colaborar para darle los insumos necesarios para que la decisión sea lo más ajustada a derecho y pertinente en cuanto a la relación con la educación superior. No hemos avanzado más allá de eso y seguiremos esperando las reuniones que sean necesarias para dar una respuesta ya concreta a la ciudadanía sobre este tema.
¿Será eliminada esa entidad?
Yo, como secretario de Educación Superior, no tomo la decisión. Lo hace el señor presidente de la República y creo que él tomará la decisión que más conviene al sistema de educación superior del Ecuador.
Usted ha ha señalado que, desde el próximo año, cada universidad se encargará de sus propios exámenes de ingreso, ¿cómo está avanzando ese proceso?
Planteamos a la Secretaría Jurídica de la Presidencia de la República una reforma un nuevo Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación Superior. Con este se está aclarando que la responsabilidad final, en la toma de los procesos de admisión, debería ser administrada por las universidades.
¿Hay avances?
Este proceso no puede desordenado. Requiere una estructura bien planificada de tal manera que todo el 2023 sea un año de transición para que las universidades se encuentren en capacidad de asumir esa responsabilidad. Eso va a requerir recursos por toda la seguridad. Entonces tenemos que pensar en que la nueva fórmula para la distribución de recursos se creen los suficientes instrumentos financieros para permitir que las universidades puedan asumir esa responsabilidad desde el 2024.
En las universidades se habla de que les redujeron el presupuesto ¿podrán hacerse cargo de esas tareas?
Le pongo un ejemplo que es lo que le cuesta a la Senescyt tomar el examen de ingreso, el test Transformar. Gastamos en este semestre USD 120 mil y ¿cuánto es lo que se requeriría para la próxima oportunidad con los ajustes del caso con la plataforma del proveedor para evitar que se caiga el sistema? Supongamos que se incrementa a USD 300 mil para financiar el examen que se tomará a 280 mil estudiantes, casi un dólar por cada uno. La cantidad no es tan grande. El problema aquí radica en que la universidad debe administrar un programa y sistema de admisión que sea acorde a su propia realidad.
¿De qué forma?
No puede ser el mismo examen de admisión para administración, derecho, medicina o ingeniería. Este debe ser diferenciado, pero todos deberían tener una misma base como que sería el tema de competencias de habilidades. Una vez que se cuente con eso cada centro superior definirá cuál va a ser su propio proceso. Aquí sus conocimientos son necesarios como mínimo para acceder a una carrera específica.
¿Qué se va a hacer para los chicos que se quedan sin cupo en las universidades? ¿Cuál solución plantean?
Nosotros ocrecimos a todos los estudiantes este proceso que se llama ‘Transformando’ que es un conjunto de videos que van ayudando que el joven vaya desarrollando sus propias competencias y habilidades. Es algo que debió haberse sido desarrollado a lo largo de toda su educación básica y media.
¿Qué se mide?
Cuatro competencias. Aptitud verbal, numérica, razonamiento lógico, atención y concentración. Son habilidades básicas para entrar a cualquier carrera universitaria o de tecnología superior. Se debe exigir estas habilidades básicas, pero (hay estudiantes que) lamentablemente no las tienen. Tanto así que son poquísimos los que tienen, por ejemplo, mil puntos sobre mil. De un universo de 280 000, apenas 128 tienen esa esa posibilidad esa nota máxima.
¿Qué se va a hacer?
Es importante ir pensando en cada mecanismo dentro de cada una de las universidades y ver cual es el programa que implementarán para organizar a los alumnos. Pero no solo vemos el tema del ingreso, sino que los chicos pemanezcan en las U porque el índice de deserción en primer y segundo semestre es altísimo en las públicas.
La gente se queja de que no hay cupos, pero usted ha señalado que también se desperdician plazas...
Lo más importante de todo es recordar a la gente que el año el semestre pasado se desperdiciaron alrededor de 13 000 que teníamos ofertadas, lo cual es impresionante. Solo para dar un ejemplo del por qué hay mucha gente se queda afuera. Más de 10 700 aspirantes postularon a medicina como primera opción ¿Sabe cuántos espacios teníamos en las universidades para esa carrera? 985 para medicina en todas las universidades públicas del país. Además, hubo más de 23 000 que aplicaron como segunda o tercera opción a medicina.
¿Cómo se está trabajando con becas? ¿Se sigue entregándolas?
Sí en salud e hidrocarburos. El problema es que entramos en un periodo de crisis por la pandemia y eso continuó en el 2021. En el 2022 se experimentó una recuperación, El Gobierno puso la casa en orden y hay señales de recuperación del sistema productivo, lo cual genera mayores perspectivas de crecimiento. Tenemos ya un programa de becas aprobado por Secretaría de Planificación de alrededor de USD 95 millones para tres años y beneficiar a estudiantes normalmente excluidos del sistema. Será para carreras técnicas, tecnológicas, superiores y programas del tercer nivel universitarios. También en programas de prosgrado.
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