El agua cayó hasta 40 metros por debajo de su nivel normal en la cola del embalse del río Paute
La sequía ha dejado un suelo árido, agrietado y afecta a los pequeños productores ganaderos de varias zonas del país.
Si la sequía se evidencia en la represa de Mazar, lo que ocurre 30 kilómetros aguas abajo, en la cola del embalse del río Paute es mucho peor. Televistazo recorrió esta zona que hoy muestra un suelo seco, polvoso y agrietado. Solo quedan ramas de lo que en algún momento fue vegetación.
En este terreno árido por el que caminamos y mucho más arriba debería estar cubierto por agua. En la cola del embalse el nivel ha bajado entre 30 y 40 metros por debajo del promedio.
El estiaje no solo deja huella en el paisaje, también en los pobladores de la zona, quienes en un 95% se dedican a la ganadería. Los demás trabajan en agricultura y turismo, actividades golpeadas desde hace casi dos meses.
Blanca Coyago de 60 años, dice que todo es una cadena. Sin lluvias, no hay hierba y sus vacas tienen poco alimento y producen menos leche.
“Cuando había la hierba, nosotros cada 15 días nosotros sabíamos entregar 20 litros y ahora como ya no hay hierba solo entregamos 15 litros”.
En la parroquia Palmas, del cantón Sevilla de Oro, en Azuay hay 100 pequeños productores con 5 000 cabezas de ganado y están pasando por lo mismo.
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El sol intenso también está causando enfermedades al ganado. La tierra tampoco se presta para tener un adecuado cultivo de maíz, ni fréjol, comunes en esta zona. En cuanto al turismo, los pequeños botes en los que navegaban los visitantes están abandonados, estancados en el suelo polvoso donde antes había agua.
En esta zona rural los habitantes no tienen un cálculo general de pérdidas, pero tienen claro que su economía está quebrada, y empeorará si se prolonga la sequía, que ya suma 105 días.
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