Afuera de hospitales en Guayaquil hay personas esperando noticias de sus familiares internados
Algunos pasan las noches en la acera para no dejarlos solos.
Hoy es noche buena y para muchas familias esa es la esperanza para que sus historias cambien. Que la tristeza y la angustia se conviertan en salud y unión.
Ana Rodríguez está desempleada. Se abriga cada noche en la misma esquina y la misma ilusión de una buena noticia. Su hija, recién nacida, está hospitalizada hace 13 días.
Ella es solo una de las decenas de historias que se cuentan solas. Aquellos familiares que, sin importar la fecha, permanecen afuera de los hospitales pendientes de una buena noticia. Mayra espera eso hace una semana. Su sobrina está en terapia intensiva.
A horas de la navidad llegan muestras de ánimo y afecto. Personas que sin conocerse comparten dramas y sueños. Llevando algo de comida hacen menos difíciles sus noches.
Afuera del hospital Abel Gilbert, en el suburbio de Guayaquil, encontramos a óscar duarte. Dejó a su familia en Jujan para estar junto a su sobrino hospitalizado. Arrimado a este poste pasa las noches pendiente de lo que necesite.
Y aunque estas historias no son aisladas y se repiten hace meses la ministra de Salud, Ximena Garzón, dijo que dispuso dar información permanente de los pacientes a sus familiares afuera de los hospitales.
El año está por terminar, pero, parecería que sus historias aún no tienen un fin. Anhelan que en esta navidad llegue el regalo de la sanación.
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