Reponer un medidor robado le cuesta al consumidor, en promedio, 34 dólares.
En Quito, cada vez se hace más común la sustracción de medidores de agua de los domicilios. Incluso cámaras de vigilancia han captado a personas usando herramientas para desprender estos artefactos, generando un perjuicio a los ciudadanos y al Municipio.
Entre enero y mayo de este año han sido sustraídos cuatro mil medidores en todo el Distrito Metropolitano de Quito. Según las autoridades, es una cifra alarmante en comparación a lo ocurrido en todo el 2021, cuando se registraron 6.500 robos.
Muchos ciudadanos han optado por empotrar los medidores usando cemento, sin embargo, según Joan Silva, representante de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito (Epmaps), esta medida no es la adecuada ya que en caso de emergencia o fuga se hace más difícil la atención.
El funcionario recomienda usar rejillas o una caja que impida el fácil acceso al medidor y que ésta cuente con un orificio para poner candado.
Reponer un medidor robado le cuesta al consumidor, en promedio, 34 dólares, lo que significa que hasta ahora existe un perjuicio de USD 136.000 más los gastos que genera la colocación de los aparatos.
Silva indica que los medidores son apetecidos por el cobre con el que están hechos. Este material es vendido.
La Epmaps pide además evitar comprar medidores robados y sugiere denunciar inmediatamente la sustracción del artefacto mediante una llamada gratuita al 1-800 24 24 24, en sus agencias o reportar el caso por redes sociales.
Recomendadas