04 jul 2024 , 13:13

La erosión del río Coca pone en riesgo a la vía E45 que conecta a Quito con Sucumbíos y Orellana

El sovacón está a pocos metros de la carretera que aguas abajo ya destruyó esta importante red vial, debido a la erosión del río Coca.

   

La erosión lateral del río Coca amenaza otra vez con destruir la vía que de Quito va a las provincias amazónicas de Sucumbíos y Orellana. La carretera está al borde de un sovacón de 25 metros, en el sector el mirador, en el kilómetro 102 de la vía E45.

Las intensas lluvias de los últimos 15 días subió la creciente del río Coca que, en este punto, golpea las bases de la débil pared natural que sostiene la carretera.

En cada lluvia hay nuevos deslizamientos, caída de árboles y vegetación al lecho del río. En el punto más cercano del precipicio, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas colocó, de forma improvisada, una señal de advertencia de 10 centímetros de ancho a lo largo de unos 10 metros, con la palabra peligro en color negro.

Es la única señal en la zona para los conductores ante el inminente riesgo por la erosión. El Ministerio de Transporte inició aquí, hace 12 días, los estudios topográficos para modificar el trazado de la vía, a la margen izquierda de la montaña.

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Aguas abajo la erosión lateral también avanza hacia los puentes del río Malo y Loco que se desbordaron. El agua aún circula por tramos de la vía que se deteriora por las afectaciones en las cunetas.

La nueva ruta se desviará más de un kilómetro, pero no existe una fecha para su habilitación.

Entre 2020 y 2022, la erosión del río coca dejó sin conexión vial a más de 84 mil habitantes de 25 sectores de los cantones Gonzalo Pizarro y el Chaco. Desde entonces está habilitada una vía provisional donde se instalaron puentes bailey en los ríos Market y Piedra Fina.

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