La fracasada fusión entre Petroecuador y Petroamazonas: hay un exceso de 1 500 empleados

Petroecuador, la empresa pública más grande del país tiene problemas administrativos no menos graves que los técnicos y operativos.

Hace tres años, en un intento por optimizar los recursos, se fusionó con su par Petroamazonas. El objetivo era que la repotenciada Petroecuador incremente su producción y llegue a tener tal liquidez financiera para colocar sus ganancias en el mercado de valores y así generar más dinero y mayores utilidades para el Estado.

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El 7 de enero de 2021, el expresidente de la República, Lenín Moreno, firmó el decreto ejecutivo que daba paso a la unión de ambas empresas.

La fusión se cristalizó cuando Rene Ortiz lideraba el Ministerio de Energía. Hoy, sostiene que la decisión fue un fracaso. "(Petroecuador) no tiene futuro. Está en camino a la desaparición", mencionó el exfuncionario a Ecuavisa.

Durante el proceso de fusión se identificó que 747 funcionarios redundaban en sus actividades. Por ello, gracias a un crédito de 110 millones de dólares otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se liquidó a 400 colaboradores.

El número de trabajadores restante no pudo ser separado. Sindicatos de Petroecuador y Petroamazonas solicitaron acciones de protección ante la Justicia para frenar los despidos.

El exgerente de Petroecuador, Reinaldo Armijos, quien apenas estuvo seis días en ese cargo, detectó 1 500 funcionarios en exceso.

Actualmente Petroecuador tiene más de 10 000 funcionarios, 6 000 están en cargos operativos y 4 000 en puestos administrativos. La empresa destina 316,8 millones de dólares anuales en sueldos, pero la compañía enfrenta un grave conflicto laboral, que pasa por el desorden y el derroche de recursos.

Armijos señaló que "al menos un 15 %" de los trabajadores de Petroecuador "no tienen una actividad bien definida y no generan resultados".

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Adicionalmente, Petroecuador es la protagonista de 3 296 juicios laborales y contractuales, como demandante o demandada. Entre defensas y reclamos ha gastado más de 2 500 millones de dólares.

Los problemas administrativos que enfrenta Petroecuador han obligado a la empresa a no renovar el 80 % de sus contratos de servicios como el mantenimiento de campamentos, vehículos, ductos, alimentación y seguridad. Estos se mantienen bajo convenios de pago en condiciones adversas para la compañía, que termina sometida a pagar por servicios que no necesita.