Los 6 perfiles financieros: ¿cómo identificar el tuyo y qué hacer para cuidar tu dinero?

Un total de seis perfiles financieros son reconocidos a nivel mundial. Estos están definidos por los hábitos, las creencias y motivaciones respecto a la administración del dinero que se dispone.

Ser organizados en cuanto a las finanzas, tener buenos hábitos de consumo y ahorrar son ejes claves para la formación de una personalidad financiera. Por raro que parezca, hasta las emociones influyen en una adecuada salud económica.

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Múltiples estudios hablan acerca de los tipos de personalidad financiera. Sin embargo, en Ecuavisa.com elaboramos un listado con las que abarcan gran parte de la población en general, basados en el estudio realizado por Go Fund Yourself. Te las mostramos a continuación:

Se adquiere con el tiempo y la experiencia. Este tipo de personas ahorran con regularidad, son conocidas por manejar bien su dinero y siempre se ciñen a un presupuesto determinado. Disfrutan de la vida, sin que eso signifique excederse en gastos.

Los ahorros de estas personas sirven para comprar propiedades, invertir en bonos o fondos rentables, además de que diversifican sus ingresos tanto como pueden. Aunque pierdan dinero en alguna inversión, la desesperación no se apodera de ellos y piensan mucho a largo plazo.

Tienden a ser muy estrictos con sus gastos, haciendo especial énfasis en sus ahorros. El temor a quedarse sin dinero los vuelve reacios a gastarlo. Los ahorros los usan solo en emergencias y cada valor que les llega procuran guardarlo.

Además, son capaces de pedir dinero prestado con tal de no tocar sus ahorros. Se les recomienda utilizar el dinero con criterio y ponerlo a producir, pues tener una vida precaria a pesar de poseer recursos no deberían ir de la mano.

Este tipo de personas lleva un asiduo control de sus finanzas. Reconocen bien la necesidad de tener fondos de emergencia y de ahorrar. Por eso, su dinero lo depositan en diversas instituciones. Planean en exceso y son cautos a la hora de realizar inversiones.

Es recomendable que, quienes se identifiquen así, vean al dinero como un medio y no como un fin. Para hacerlo, deberían invertirlo de forma diversificada pero segura, con el fin de generar mayores utilidades.

Ejercen mucho control tanto en sus gastos como en sus ingresos, pero carecen de una planificación para destinar sus ahorros. Los activos que poseen se deprecian por la inflación y los utilizan únicamente en casos extremos.

Con frecuencia, este tipo de personas se lamentan por no haber tomado ciertas decisiones en el pasado. Por ello, se les aconseja capacitarse y asumir riesgos de forma controlada, utilizando sus ahorros de forma inteligente.

Para estas personas, comprar es válido siempre que ven una publicidad u oferta, por lo que no tienen control alguno sobre su dinero. Compran mucho a crédito, pero no cultivan la cultura del ahorro.

Para no caer o salir de esta trampa, es importante ponerse metas razonables como empezar a ahorrar un mínimo de monto, considerándolo como un gasto más. Además, no deben gastar más de lo que ganan para mantener su salud financiera.

Vivir el momento y disfrutar gastando es un estilo de vida para este tipo de personas. No piensan para nada en el futuro y, tan pronto como consiguen dinero, adquieren productos o servicios para satisfacer sus gustos.

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Es imperativo que, para mejorar su situación económica, evalúen si cada gasto que realizan es en realidad necesario y que no usen de forma descontrolada la tarjeta de crédito, por ejemplo. Si empiezan a llevar un registro de sus gastos, podrían salir adelante.