La Comisión de Desarrollo Económico justifica la creación de tributos y la retroactividad en el cobro de impuestos
Señalan que el inédito conflicto armado interno que se declaró en Ecuador amerita que se planteen alternativas de recaudación.
La estrategia legislativa para conseguir los recursos que le garanticen al gobierno el sostenimiento de la operación militar contra las mafias narcoterroristas ha sido develada. Primero el IVA; en la Comisión de Desarrollo Económico se tomaron el trabajo de modular la propuesta presidencial para responder a los requerimientos de las organizaciones políticas que exigían que el incremento sea temporal, por ello ahora hablan de subir el IVA a un 13% de forma permanente, y que excepcionalmente, hasta el 2026, sea del 15%. Igual, el planteamiento modificado no logra acumular respaldos.
Hasta allí todo es legal, pero la necesidad de recursos los lleva a transitar por caminos escabrosos. Y es que aunque reconocen que la potestad para crear nuevos tributos es exclusiva del presidente de Ecuador, se aventuran a proponer su creación desde la Asamblea, ya no los califican como contribuciones. En un ejercicio de sinceridad prefieren llamar a las cosas por su nombre: impuesto a las ganancias extraordinarias de las empresas, impuesto a las utilidades de la banca.
Y que si la propuesta es inconstitucional o no, debe ser resuelta luego por la Corte Constitucional. Pero hay más, estos dos nuevos impuestos: a las utilidades de las empresas y de la banca los proponen con carácter retroactivo, y en la comisión tienen conciencia de que eso también se contrapone a la norma, pero no le ponen mucho asunto, pues sostienen que es un momento inédito el que vive el país y con ello tratan de justificar que se contrarie uno de los principios que deben obligatoriamente regir al régimen tributario.
Que antes, otros gobiernos ya lo han hecho así, sostienen que el país necesita los recursos, que oponerse a esta propuesta es estar en contra de los esfuerzos que el gobierno realiza contra las organizaciones terroristas, que quienes se niegan a respaldarlas actúan con cálculo electoral y no pensando en el país.
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