Ecuador en el top tres de países latinos con más riesgo país: ¿por qué el indicador sigue al alza?

A pesar de que la figura de un joven empresario en la Presidencia podría interpretarse como un guiño de confianza para los mercados internacionales y que el riesgo país bajó considerablemente cuando Daniel Noboa resultó electo, lo cierto es que el indicador actualmente tiene tendencia al alza sin pronóstico de mejora.

Eso significa que a nivel internacional todavía hay desconfianza de la inversión en el país, a pesar de que se llevaron a cabo unas elecciones democráticas y de alguna manera empieza a enrumbarse la política ecuatoriana.

El riesgo país es un dato que se utiliza en la macroeconomía para determinar la probabilidad de que un país cumpla sus obligaciones financieras, con base en factores sociales, políticos, de seguridad y económicos.

Es decir, los inversores extranjeros evalúan qué tan alto es el riesgo de invertir en un país, y con base en eso determinan si hacerlo o no. Lo mismo ocurre con bancos internacionales y multilaterales, por lo que un indicador favorable es sinónimo de reactivación financiera.

Si el riesgo es mayor, entonces también será mayor el interés que se aplique a créditos otorgados al país.

Sin embargo, Ecuador está frente a un escenario inusual, pues ni siquiera en los momentos más críticos como cuando el expresidente Guillermo Lasso firmó la muerte cruzada ni en el paro indígena de junio de 2022, el país había llegado a un nivel tan alto del índice, superando los dos mil puntos.

De hecho, según registros históricos, el único año en el que se superó el indicador actual fue durante la pandemia de COVID-19, en 2020.

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En 2023, se llegó a superar los dos mil a principios de agosto de 2023, en medio de la campaña electoral por primera vuelta y bajo la incertidumbre de quién será el próximo Presidente.

Luego, volvió a subir ya cuando Noboa era el ganador, a mediados de noviembre. En esa ocasión se atribuyó a sus declaraciones frente a organismos multilaterales, en Estados Unidos, indicando que había la posibilidad de que Ecuador quede impago en la deuda externa, a futuro.

El economista y analista político, Juan Rivadeneira, cree que el gobierno de Noboa no ha dado certezas sobre cuál será su plan económico, por lo que los organismos internacionales no tienen claro cuál es el panorama en Ecuador.

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Además, explica que la reforma tributaria que ha presentado el Ejecutivo refuerza los incentivos, lo que claramente puede ser beneficioso para algunos sectores, pero reduce los ingresos y ahonda el problema de déficit fiscal que enfrenta el país.

El economista David Castellanos coincide con lo anterior y aumenta que en 2024 no se proyecta una mejora de recaudación tributaria y que el crecimiento de Ecuador tampoco será muy optimista.

Añade que la consulta popular sobre la explotación al Yasuní también impacta el flujo de caja y provoca que Ecuador tenga menos ingresos. Además de que por sí es una muestra de la inseguridad jurídica de las empresas, pues los inversores que le apostaron a la extracción en el bloque petrolero tendrán que enfrentar pérdidas.

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En el mismo sentido, el precio del petróleo es una variable importante que continúa deprimida y que tiene relación con la situación mundial, pues dependerá de los conflictos internacionales en Ucrania o en Israel.

El analista Castellanos también ve como otro factor que el Gobierno de Noboa es demasiado corto y genera dudas de cómo se concretará lo ofrecido.

Para los expertos, el gobierno debería intentar conseguir consensos a escala internacional y cumplir los acuerdos ya establecidos. Un momento importante en el que podría bajar el riesgo país es si se concreta una consulta popular y no necesariamente por el contenido de las preguntas, sino por el voto popular que puede afianzar la confianza en el actual gobierno.

El mapa del riesgo país en Latinoamérica se reconfigura luego del triunfo de Javier Milei en Argentina y la caída de reservas en Bolivia. Es así que el primero ha bajado en la escala internacional, mientras que el segundo ocupa ese lugar. Eso sí, Ecuador se mantiene tercero y Venezuela a la cabeza.

Aquello significa una ventaja para otros países vecinos, donde es más seguro invertir y además tienen otras ventajas competitivas como mano de obra más barata o beneficios para la atracción de capitales.

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