"Es como otra pandemia": comerciantes comparan los efectos económicos de la crisis energética con los del COVID-19
En medio de la incertidumbre, emprendedores intentan subsistir. De su lado, el presidente Daniel Noboa espera que los apagones terminen en diciembre.
Transparentar cuánto ha perdido Ecuador tras más de un mes de apagones -de hasta 14 horas en un día- debe ser una obligación del Gobierno Nacional cuando se logre superar el desabastecimiento eléctrico.
Si bien la prioridad actual es proveer luz a la población, el Estado ecuatoriano, a través de sus distintas Funciones, también debería cuantificar el monto de las afectaciones por la falta de electricidad, debido a la sequía y la inoperancia de los gobiernos de turno, que ha llevado al país a una crisis con efectos nocivos para la economía, incluso comparados con la pandemia, según comerciantes.
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La jornadas extensas de apagones arrancaron el 23 de septiembre. Previamente, el suministro de energía era irregular. Muchas veces, los organismos encargados de la distribución de la electricidad informaban de que se trataban de desconexiones por mantenimiento. Adicionalmente, en abril hubo otro periodo de apagones oficialmente declarado, aunque más corto. Duró unas dos semanas.
Para septiembre, el sector productivo estimaba que el país perdía 12 millones de dólares por cada hora sin electricidad. En cifras, generales, el mes sin energía deja ya más de USD 2 000 millones en pérdidas para Ecuador, de acuerdo a la Cámara de Industrias y Producción.
Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó el viernes 25 de octubre de que la sequía que sufre Ecuador no sólo impactará en sus perspectivas económicas sino también en las necesidades fiscales del país, que tiene desde mayo un programa de crédito de 48 meses con la institución.
"Como otra pandemia"
Antes de la crisis eléctrica, Ecuador era golpeado por otra crisis, la de inseguridad y violencia. Este fenómeno estalló tras el covid-19. La situación no se ha superado. Las matanzas, secuestros y extorsiones continúan agobiando a la población. A ello se sumaron la sequía, los incendios forestales y los apagones.
En medio de este escenario hay ciudadanos que se atrevieron a emprender. Ese es el caso de Silvio Ramírez y Mercedes Moreno, una pareja de esposos que en agosto arrancó con un negocio de salsas.
Silvio trabaja para una empresa en el área de recursos humanos, mientras que Mercedes es veterinaria independiente. La afición por la gastronomía de Silvio lo llevó a idear ocho tipos distintos de salsas para consumir con carnes, piqueos, sánduches o ensaladas. Desde su casa, en Daule (Guayas), prepara los productos para luego entregarlos a domicilio.
En una entrevista con Ecuavisa.com, la pareja comenta que arrancaron con una alta demanda, sin embargo, reconocen que en las últimos días los pedidos han bajado. Adicionalmente, han tenido que adaptar los procesos a las horas en las que tienen luz. L
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Para Silvio, quedarse sin energía es además un desafío personal. Hace algún tiempo le diagnosticaron ansiedad. Cocinar es su terapia, y esta actividad ahora también presenta complicaciones.
La pareja compara la situación actual con los tiempos de la pandemia, cuando la economía se contrajo, la ciudadanía gastaba menos y existía incertidumbre y hasta desesperación. En estos días, relata Silvio, se percibe lo mismo. No obstante, a pesar de estas adversidades, la pareja trata de ser positiva.
En la ciudad de Loja, Erika Medina relata una historia similar. Ella abrió en julio un local donde vende pancakes y postres. Dice que invirtió 9 000 dólares en el montaje del negocio. El dinero lo obtuvo mediante un crédito bancario.
Debido a los apagones, Medina cerró su negocio durante un mes, entre septiembre y octubre. Tenía la esperanza de que la situación mejore en ese periodo, pero no ocurrió. Y ya no pudo esperar más. Por eso reabrió el local esta semana, adaptándose al horario de los apagones en su zona.
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El presidente de la República, Daniel Noboa, expresó este domingo 27 de octubre su esperanza de que en diciembre próximo terminen los apagones, que al momento llegan a 12 horas diarias en distintas franjas horarias, debido, principalmente, a un estiaje histórico en la zona de las principales hidroeléctricas del país.
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