Políticamente Correcto habló del precio de los combustibles y el impacto en las cuentas fiscales
Si bien el viernes 15 de julio de 2022, el Gobierno celebró que, en las mesas de diálogo con los sectores indígenas, se haya a reconocido la necesidad de focalizar el subsidio a los combustibles, los montos, los esquemas y los sectores que debieran beneficiarse de gasolinas y diésel baratos aún no están definidos.
El programa POLÍTICAMENTE CORRECTO, que transmite Ecuavisa, abordó esta coyuntura bajo la premisa de que en 41 años, el subsidio de los combustibles y sus los estallidos sociales que han producido sus alzas en casi todos los gobiernos son una historia sin fin.
La directora ejecutiva del Grupo Faro, Ana Patricia Muñoz, asegura que las mesas de diálogo deben partir de una doble evidencia: los precios subsidiados y generalizados de las gasolinas extra, ecopaís benefician en un 53% más a los sectores ricos; y el diésel en más de un 30%. Pero que la eliminación total de los mismos, puede ahogar hasta en un 3% los ingresos de los sectores más pobres, valor muy alto para sus economías vulnerables.
En ese sentido, Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal, señala que en la actual estructura de gasto del presupuesto general del Estado, el país no puede destinar más de $3 mil millones de dólares para subsidiar estos hidrocarburos.
“El 90% del gasto anual presupuestario es social (Educación, Salud, Seguridad, Justicia, GADs y provisión de servicios), obligatorio e insuficiente por la ola de demandas de la población”. Por tanto, explica, hay que hablar con realismo del impacto que tiene para el país que las gasolinas y el diésel no tengan precios internacionales.
Según el secretario general de la Asociación Nacional de Trabajadores de las Empresas de la Energía y el Petróleo (Antep), David Almeida, el Estado no ha logrado demostrar que el precio de comercialización de los combustibles le implique al país altas sumas de subsidio. Por el contrario, él sostiene que hasta 2021 esta actividad produjo utilidades de hasta $600 millones de dólares.
Almeida parte de la idea de que el 35% de los combustibles que el país consume se refinan en el Ecuador, y que por lo tanto su costo no puede tener relación con los precios internacionales “pues el costo de producción de un barril de petróleo en el Ecuador es de $17”. De allí que pide aclarar al Estado el costo real de todo el proceso de producción, importación, refinamiento y comercialización de las gasolinas.
Almeida cree que los actuales precios fijados por el gobierno de Guillermo Lasso ($2,40 para la extra y ecopaís y $1,75 para el diésel) son precios competitivos.
Muñoz cree urgente que el Gobierno diseñe primero la estructura definitiva de la focalización, obtenga consenso sobre esta y luego la implemente de forma paulatina para evitar un nuevo choque social.
Sugiere elevar el bono de desarrollo humano e introducir mecanismos para el transporte público y la agricultura.
Almeida propone que en lugar de focalizar o eliminar el subsidio, se apliquen impuestos indirectos a los ricos para equilibrar las cuentas fiscales. Pero Muñoz asegura que los $400 millones que ya se gravaron al patrimonio de los sectores pudientes ni de lejos lograrán cubrir las necesidades presupuestarias en un país que necesita, el menos, $500 millones más para Educación y volver a una sostenibilidad económica prepandemia.
Jaime Carrera cuestionó la manera en la que Almeida y la Antep miran la estructura del presupuesto del Estado. Él asegura que así entraran $3 mil millones de dólares en utilidades petroleras, el país no resiste un gasto social tan amplio. “Hemos pasado 41 años debatiendo sobre tener un subsidio para las gasolinas y el país tiene 5 millones de pobres y 5 millones desempleados”. “Hemos pasado 41 años exigiéndole al Estado todo tipo de asistencia y no hemos sido productivos, por eso la economía crece a menor velocidad que la producción”.
Aquí puedes ver el programa completo:
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