07 jul 2015 , 09:05

El discurso más frontal del papa fue en la iglesia San Francisco

   

"El diálogo es fundamental para llegar a la verdad" dijo Francisco en discurso

Emotivos discursos pronunciados por representantes de la sociedad civil marcaron el encuentro del papa Francisco con empresarios, indígenas, afroecuatorianos, montubios, personas con discapacidad y grupos católicos en la iglesia San Francisco en Quito.

 

El sumo pontífice llegó a la iglesia alrededor de las 18:00 y fue recibido por la comunidad franciscana. Ellos le obsequiaron una réplica de la estatua de San Francisco, santo de quien el papa tomó su nombre para empezar su pontificado. Al compás de la canción “Taita”, que en quichua significa papá, los presentes recibieron al líder de la iglesia católica en medio de vítores, aplausos y asombro.

 

En esta ocasión, Francisco veneró la imagen de Jesús del Gran Poder, sobre la que colocó un arreglo floral. Pero lo que marcó el encuentro fueron los discursos que pronunciaron dos empresarios y una representante de los pueblos montubios. 

 

Francisco Jarrín, presidente de la Asociación Cristiana de Empresarios, destacó el trabajo de esta agrupación para el prójimo. “Tenemos nuestros corazones alegres por la bendición de tenerlo en nuestra tierra”, dijo.

 

Escuche su intervención en este video:

 

 


Francisco Jarrín discurso por ecuavisa

 

 

La microempresaria ambateña Lidia Arcos, habló en representación de los Pequeños Empresarios del Centro del País. Ella resaltó el papel de los artesanos en la sociedad y finalizó su discurso agradeciendo la labor pastoral del papa.

 

Vea su discurso completo aquí:

 

 


Intervención de Lidia Arcos, empresaria ambateña por ecuavisa

 

Francisco, con la serenidad que lo caracteriza, escuchaba atento cada discurso sentado en un gran sillón. A ratos, bajaba la mirada, pero los asistentes se concentraban en sus reacciones.

 

Luego de dos intervenciones, la Orquesta Sistema Nacional de Música para Niños Especiales (Siamune), dirigida por Édgar Palacios matizó el encuentro. Los integrantes de esta agrupación son niños con Síndrome de Down, que al ritmo de la canción 'Si tú me olvidas' (conocida como 'Esta es mi tierra linda el Ecuador') amenizaron la velada. Al final de su número musical, dos niñas con discapacidad se acercaron corriendo hasta donde se encontraba Francisco, lo abrazaron y recibieron su cariño por varios segundos.

 

Esto no estaba en agenda, pero Francisco tiene acostumbrado a sus seguidores a eso: a la improvisación. A Francisco se le permite salir de lo programado las veces que considere necesario, y lo demostró una vez más en Quito, cuando le permitió a una niña otavaleña, que vestía su traje típico, que le entregue un presente.

 

En medio de estas demostraciones de afecto, llegó el turno de que los montubios alcen su voz y expresen su sentir al papa. Esa responsabilidad recayó sobre Imelda Caicedo Vega, una mujer montubia de 85 años que ha dedicado sus últimos 60 años a dar la catequesis. Caicedo llegó desde Babahoyo, (Los Ríos), para hablar sobre las problemáticas del sector agrícola del país.

 

Ataviada con una falda amplia de tablones, trenzas y un sombrero de paja, Imelda no ocultó su emoción ni su nerviosismo por estar tan cerca del papa Francisco. Ella evocó a las dos santas ecuatorianas, Mariana de Jesús y Narcisa de Jesús, a quienes calificó como “hijas del pueblo montubio y orgullo de nuestra raza”.

 

 

 En su discurso señaló dos problemáticas que viven los montubios: el machismo y la explotación laboral. El papa, conmovido por sus palabras se levantó de su sillón y la abrazó. Ella, con emoción inocultable, le entregó un obsequio.

 

Vea su intervención aquí:

 

 


Imelda Caicedo, representa a la comunidad montubia por ecuavisa

 

 

El discurso papal en San Francisco

 

 

Finalmente fue el turno de Francisco. Con serenidad se colocó frente al podio, buscó sus lentes en su bolsillo izquierdo, consultó la hora y bebió un sorbo de agua. “Perdonen si me pongo de costado pero necesito la luz sobre el papel. No veo bien”, confesó.

 

Arrancó las risas y los aplausos del público cuando confesó sentirse como en casa. "El alcalde me ha entregado las llaves de la ciudad, así que puedo decir que aquí en Quito soy de casa", dijo. También expresó su alegría por compartir con los hombres y mujeres que representan y dinamizan la vida social y política del país.

 

Su discurso se centró en los niños que mueren antes de vivir, en el abandono de los ancianos, de los jóvenes que no tienen la oportunidad ni de estudiar ni de trabajar, del medio ambiente, del egoísmo, del “dios dinero”, y del respeto a los otros. Habló también de la necesidad del diálogo. "El diálogo es fundamental para llegar a la verdad que no puede ser impuesta sino buscada con sinceridad", dijo.

 

Destacó también la solidaridad. “La gratuidad no es complemento sino requisito necesario para la justicia”, fue una de las frases más relevantes de su discurso.

 

Vea su discurso aquí: 

 

 


Intervención del papa Francisco en la iglesia... por ecuavisa

 

 

La agenda del papa continuó con una reunión privada en la Iglesia de la Compañía. Finalmente, Francisco llegó alrededor de las 21:00 a la Nunciatura en el norte de Quito, en donde por tercer día consecutivo salió a los exteriores de la Nunciatura y dejó un mensaje a los presentes: "que duerman bien y que sueñen con los angelitos". También bromeó advirtiendo: "no se les ocurra dormir aquí". Y se retiró a descansar.

 

Mañana, Francisco tiene previsto reunirse con las Hermanas de la Caridad en Tumbaco, entre otros actos, y finalmente se dirigirá al aeropuerto de Tababela, donde concluirá su visita pastoral en Ecuador.

 

 

 

 

 

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