Sin embargo, el mandatario señaló que Ricardo Patiño continuará como jefe de la diplomacia del país.
El presidente Rafael Correa dijo hoy que el próximo lunes anunciará cambios en su gabinete de ministros y señaló que pondrá énfasis en el reforzamiento del frente político del Gobierno.
Aunque no ligó esos cambios a los reveses electorales que encajó el oficialismo en los pasados comicios municipales y provinciales del 23 de febrero, el mandatario insistió en que reforzará su equipo de colaboradores.
Correa adelantó en una entrevista en la televisión que será reubicada en otras funciones la actual secretaria nacional de Gestión Política, Betty Tola, y que su cargo ocupará la excandidata del movimiento oficialista Alianza País a la alcaldía de Guayaquil, Viviana Bonilla, quien perdió los comicios ante el alcalde Y opositor Jaime Nebot.
Asimismo, señaló que el ministro de Turismo, Vinicio Alvarado, regresará a su antiguo puesto como secretario de la Administración Pública (ministro secretario de la Presidencia), cargo actualmente ocupado por Cristian Castillo.
El mandatario remarcó que el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, continuará como jefe de la diplomacia del país, pues su trabajo, según Correa, "ha sido histórico".
"El lunes empezamos con algunos cambios" en el gabinete, reiteró el mandatario que también piensa en fuertes correctivos en su movimiento político, Alianza País (AP), tras los reveses electorales encajados por ese grupo en los comicios últimos.
"Renovarse o morir", fue la consigna de Correa para sus simpatizantes, al tiempo de admitir avances de la oposición de derechas en ciertos ayuntamientos, sobre todo en los enclaves de Quito y Guayaquil, las dos ciudades más importantes del país.
Es posible que "nos dedicamos mucho a la gestión (gubernamental) y nos olvidamos la parte política", dijo el mandatario e insistió en su empeño por hacer cambios en el equipo de colaboradores y en el movimiento político.
Sin embargo, Correa señaló que pese a los reveses encajados, el oficialismo sigue siendo la primera fuerza política del país a la luz de los resultados electorales preliminares.
El presidente apuntó que AP fue "el movimiento más votado" a nivel nacional y obtuvo diez de las 23 prefecturas provinciales que se disputaban en los comicios, además de 67 de las 221 alcaldías, muy por delante del segundo, Avanza, aliado del Gobierno.
Para Correa, ello confirma "una victoria electoral" del oficialismo, aunque "con duros reveses" como la derrota en la alcaldía de Quito, que fue ganada por el opositor Mauricio Rodas, un político que se dice de centro, aunque el mandatario le ubica en la derecha.
El jefe de Estado fue autocrítico con su movimiento y denunció sectarismo en las filas oficialistas, una de las razones que a su criterio contribuyeron a la derrota en la capital.
Además, admitió la falta de estructuras de base social sólidas en AP, lo que, según señaló, evidencia la necesidad de cambios profundos en el movimiento, que empezarán con una convención a la que convocará en los próximos meses.
Correa dijo también que observa que las condiciones políticas en el país han cambiado y que por ello ha planteado la posibilidad de revisar su decisión de no presentarse a una nueva reelección en 2017, cuando concluya su mandato.
"El que no cambia de decisión cuando han cambiado las circunstancias es un tonto", enfatizó el presidente de Ecuador.
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