El dólar ha alcanzado el nivel más alto en cerca de cuatro años.
Redacción
BBC Mundo
El dólar está volviendo por sus fueros. Luego de una década en la que perdió terreno, la divisa estadounidense está recobrando su papel como la moneda central de la economía global.
La razón de fondo es esencialmente una: la economía estadounidense se está recuperando de la profunda crisis que estalló en 2008 y lo hace a una velocidad mayor que sus competidores europeos y asiáticos.
El pasado 25 de septiembre, el diario estadounidense The New York Times reportaba que el dólar había alcanzado su punto más alto en cuatro años frente a una canasta de monedas competidoras.
Y con los analistas apostando a que la Reserva Federal, el banco central estadounidense, se apresta a subir las tasas de interés para evitar el riesgo de inflación a medida que la economía se acelera, el atractivo de invertir en Estados Unidos y en su moneda parece destinado a aumentar en el corto plazo.
Y eso, ¿en qué nos concierne? BBC Mundo le presenta cinco maneras en las que este fenómeno puede tener un impacto en su vida diaria.
1. Las naciones dolarizadas de América Latina lo sentirán directamente
En pocas regiones de América Latina se sentirá el impacto de esta tendencia de manera tan directa como en los países que han adoptado el dólar como moneda interna.
Panamá, El Salvador y Ecuador usan esa divisa y su economía se deberá adaptar a un nuevo entorno en el que el dólar se valoriza.
Sus exportaciones, que están denominadas en dólares, se harán más caras y menos competitivas.
Mientras que las importaciones, pagadas con dólares más fuertes, se abaratarán en esos países.
Por lo que en Panamá, El Salvador y Ecuador ganarán los consumidores, quienen tendrán acceso a productos importados a menor precio, pero pueden perder las empresas productoras, que tendrán más dificultad para exportar y enfrentarán más competencia para vender sus bienes dentro del país.
De ahí que estos empresarios y sus empleados pueden estar viendo con preocupación las noticias sobre un dólar revitalizado.
2. En el resto de la región el impacto será menos directo, pero relevante
Las señales de la renovada fortaleza del dólar se empiezan a sentir también en el resto de América Latina.
En Colombia, por ejemplo, la divisa estadounidense ha superado este año la "barrera sicológica" de los 2.000 pesos por dólar por primera vez desde 2010.
Camilo Silva, de la firma financiera colombiana Valora Inversiones, aseguró a BBC Mundo que el comportamiento del dólar en su país ha seguido la tendencia general de la divisa en la región, con una devaluación de la moneda local.
Estima que el dólar cerrará el año 2014 entre los 2.020 y los 2.050 pesos colombianos.
También han experimentado caídas, entre otros, el peso mexicano, el sol peruano y el peso chileno.
En estos países, el efecto del fortalecimiento de la moneda estadounidense será el contrario al que experimentan las naciones latinoamericanas que usan el dólar como divisa.
En Colombia, México, Perú y Chile, un dólar más fuerte será bienvenido por muchos industriales y productores de bienes para la exportación.
Pues al perder valor las monedas nacionales frente al dólar, sus productos serán más baratos y por ende más atractivos para compradores internacionales.
Y a su vez, los productos importados que les hacen competencia se harán más caros.
Por lo que la tendencia del dólar parece ser una buena noticia para los industriales, exportadores, y los que trabajan en esos sectores.
Pero mala para los consumidores quienes verán cómo los precios que pagan en el supermercado por productos importados se irán en aumento.
3. Una buena noticia para la industria turística latinoamericana
La llegada de un dólar más fuerte es buena noticia para los centros turísticos que tradicionalmente buscan clientes estadounidenses.
En México y naciones caribeñas como República Dominicana, en donde EE.UU. es la principal fuente de turistas, los hoteles y demás paquetes vacacionales se harán más baratos para los visitantes de ese país, por lo que se espera que aumente el flujo de visitantes a la región.
De modo que si está empleado en la industria turística, las noticias sobre la fortaleza del dólar parecen sugerir más trabajo y más ganancias.
4. Una gran noticia para los que reciben remesas
Otra manera mediante la cual la apreciación del dólar tendrá un impacto en la vida de millones de latinoamericanos, es a través de las remesas que envían los inmigrantes en Estados Unidos a sus países de origen.
Solo en México, las remesas sumaron entre enero y julio de 2014 la suma de US$13.621 millones, según informó el Banco de México.
Y por efecto de un aumento en el valor de la moneda stadounidense, se aumentará el monto en moneda local que llega a sus familiares.
Teniendo en cuenta que las remesas están entre las principales fuentes de divisas para muchos países de la región, y una de las más democráticas, pues llegan directamente a miles de familias de bajos ingresos, está será una de las consecuencias más bienvenidas del dólar fuerte en nuestra región.
5. ¿Más incentivos para ahorrar en dólares?
Cientos de miles de latinoamericanos tienen al menos parte de sus ahorros en dólares.
Lo hacen desde los potentados que regularmente viajan a encontrarse con sus banqueros personales en Miami o Nueva York, hasta familias de clase media que acuden a pequeños negociantes de divisas en las calles de Lima, Buenos Aires o Bogotá, a comprar algunos dólares en efectivo "para guardar debajo del colchón".
Es difícil, si no imposible, responder de manera general a la pregunta de si ahora será mejor idea ahorrar en dólares.
Pues depende de infinidad de factores, como de si existen otras alternativas de inversión, de las normas tributarias del país específico, y de las preferencias frente al riesgo y otras variables por parte del ahorrador, pues nadie garantiza que la actual tendencia alcista del dólar se mantenga indefinidamente.
Pero parece razonable esperar que, para los que tienen los recursos para hacerlo, enviar su dinero a una cuenta en Estados Unidos será una proposición más atractiva a medida que aumenten las tasas de interés que pagan los bancos de ese país por los dólares.
Y muchos otros se verán atraídos por la apuesta de comprar algunos dólares en efectivo, esperando obtener el beneficio de la valorización de la divisa frente a las monedas locales.
Aunque, nuevamente, nadie ofrece garantías absolutas.
Como advierte Camilo Silva de Valora Inversiones, en su opinión el aumento más significativo en el valor del dólar frente al peso colombiano este año ya ocurrió, por lo que si tuviera que aconsejar a una familia colombiana típica sobre sus decisiones de inversión, más que comprar dólares, le recomendaría no vender los que ya tiene por el resto del año.
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