'Chola cuencana', la mujer y la tradición

Resistiendo el ataque de la modernidad, la figura de la chola cuencana se destaca entre las tradiciones vivas del austro ecuatoriano.

Aún hay quienes visten con orgullo el traje típico de las blusas con encaje y las polleras bordadas. Mujeres que con su ejemplo, mantienen viva una tradición.

Quien no está familiarizado con el atuendo, puede pensar que únicamente se trata de lo que se ve, una falda, una blusa, un chal y punto. En realidad de lo que se trata es de años de tradición e identidad condensados en ellas. Es una forma de presentarse al mundo que como muchas tradiciones va desvaneciéndose con cada generación.

Zaida Peralta pasó de los pañales directamente al atuendo de chola cuencana.  No recuerda ni una sola época de su vida en la que se haya vestido de forma diferente y tal vez por eso reconoce que aún se asombra cuando ve la forma en que las jóvenes de su pueblo se visten hoy.

Rosario Quishpe está completamente de acuerdo. Ella no solo que se identifica como una auténtica chola cuencana, sino que su negocio consiste en hacer los trajes típicos con todos sus detalles, el bordado de los follones, por ejemplo.

Bordar los follones, poner los detalles de encaje en las blusas, incluso hacer los sombreros, es lo que hacen todos en su familia. Desde la mayor hasta la más pequeña prefieren usar el atuendo que los identifica ante el mundo como cholas cuencanas y por ende lo conocen como nadie.

El problema es que la tradición no es barata. Silvia Quishpe, hermana de Rosaura, cree que esa puede ser la razón para que poco a poco se vaya perdiendo la tradición.

Un traja típico cuesta 600 dólares. Y aunque lo que visten es parte esencial de su identidad, está claro que no es lo único. Ellas se definen como mujeres campesinas, aguerridas y orgullosas de su lugar de origen. Ven con tristeza la indiferencia de los más jóvenes, pero las consuela saber quienes son. Son las 'cholas cuencanas', parte protagónica de la historia y de las tradiciones del país.