Los trabajadores de la casa comercial se mostraron desconcertados por su incierta situación.
La noticia se regó rápidamente. Los almacenes Casa Tosi no abrieron sus puertas esta mañana, en sus tres locales de Guayaquil ni en el de la capital de la República, se empezaba a vislumbrar que para esta empresa, fundada hace más de 90 años y que se encontraba en manos del Estado desde el 1 de abril del 2013, le había llegado la mala hora.
Citaron a los trabajadores en el auditorio del edificio de la Corporación Financiera Nacional (CFN) -antiguo Banco Central del Ecuador- para explicarles lo que estaba ocurriendo, la reunión fue a puerta cerrada, y cuando salieron lo primero que vieron fue un generalizado descontento.
César García, encargado de la administración, no tenía respuestas para la mayoría de las preguntas; él sólo comunicó lo que le dijeron que transmitiera. Pero de esas puertas no solo salió el descontento, la frustración, la impotencia, también salió el silencio.
El abogado del Ministerio de Relaciones Laborales no quiso decir nada a los medios de comunicación, y lo que les dijo a los trabajadores tampoco los satisfizo.
Se conoce que a los empleados, que acudieron a la reunión, les dijeron que las tiendas permanecerán cerradas, que en un tiempo no determinado abrirán la del centro comercial Policentro para liquidar mercadería, y nada más; el resto son dudas.
El 27 de marzo de 2013, la Junta Bancaria autorizó al liquidador del Banco Territorial tomar a su cargo la administración de las acciones de Casa Comercial Tosi y también empezó la intervención por parte de la Superintendencia de Compañías.
La auditoría realizada por la Superintendencia de Bancos refleja una disminución de las ventas de Casa Tosi en los últimos cuatro años, en el 2009, hubo ventas netas por 27 millones de dólares; en el 2010 bajaron a 17 millones; en el 2011, la tendencia decreciente continuó a 16 millones y en el 2012, las ventas llegaron a 11 millones de dólares.
El 98% de acciones de la casa comercial están bajo el control del liquidador del Banco Territorial, Carlos Espinosa Torres.
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