Este poblado recibe servicios básicos de ambas provincias, aunque fue registrada dentro de Guayas.
Abdón Calderón, una población que se encuentra en el límite entre Guayas y Azuay, recibe servicios de una y otra provincia, mientras que sus habitantes están divididos sobre a qué provincia pertenecen.
Después de pasar la carretera principal, en la entrada del cantón no es difícil notar que se trata de un pueblo en disputa; los visitantes son recibidos con letreros y hasta póstes pintados indicando las dos provincias que pretenden este recinto.
“La educación, la salud, toda la atención ha venido del Azuay”, comenta Gustavo Álvarez, rector de la Unidad Educativa Abdón Calderón.
Pero así como hay una escuela que pertenece a Azuay, hay otra que responde a Guayas. El servicio de agua potable es otorgado por una junta registrada en Cuenca, pero la electricidad aparece como Abdón Calderón, del cantón Balao, provincia del Guayas.
Existen dos unidades de policía comunitaria, apenas a unas calles de distancia la una de la otra. En el Municipio de Balao dicen que no entienden en qué momento surgió la discusión.
Virgilio Gómez, director de Participación Ciudadana del Municipio e historiador del sector, asegura que las cosas siempre estuvieron claras: “Los terrenos de Abdón Calderón, eran propiedad de la hacienda San José, toda la vida estuvo inscrita en el registrador de la propiedad del cantón Guayaquil y luego pues parroquia Balao, ahora cantón Balao”.
Balao se estableció como cantón 27 años atrás y se convirtió en uno de los vecinos de la provincia de Azuay. El Municipio asegura que por ley, Abdón Calderón está dentro de su territorio, y por lo mismo, es parte de Guayas. Sin embargo, algunos de los habitantes se acogen al sentido de pertenencia y quieren que esta población sea reconocida como azuaya.
El sentido de pertenencia es una de las posibilidades que da la ley para resolver conflictos, acogiéndose a eso, los 'pro-Azuay' proponen una salida: “La consulta popular es la única solución y que el pueblo sea el que decide”, indica Gustavo Álvarez.
Quienes quieren seguir perteneciendo a Balao, como Víctor Román, dicen que no se debería tratar de lo que ahora quieran unos, sino de lo que históricamente fue.
Abdón Calderón, al igual que otros sectores en litigio, deberán encontrar una solución antes de que venza el plazo que hasta este momento sigue siendo abril del 2015.
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